Crónicas urbanas: una historia de nuestros días
Para Carmelito Agarrada de la scooter que con uñas y dientes defendió, Inés comenzó a sentirse asfixiada. La gente corría despavorida ante la fuerte emanación química que invadía toda la tienda por departamentos. Eran las cuatro de la madrugada cuando aquel establecimiento abrió de par en par sus puertas automáticas. A la gerencia no le…