El día en que Papi amaneció gay
Cuando me enteré, Papi y Mami aún estaban casados. Recuerdo cómo cada domingo visitábamos de punta en blanco la iglesia, situada a dos cuadras de casa. Sentados sobre los duros asientos de madera, me entretenía viéndolos escuchar sin parpadeo la palabra que salía del vozarrón del Padre Miguel. Al salir de misa, el silencio…