Un mar adoquinado

Un día los adoquines tomaron la forma del mar. Y ahí, en el Viejo San Juan, fueron testigos, como tantos años, del marullo de miles de mujeres y hombres, niños y ancianos, que se agolparon no sólo en la calle San Sebastián. Durante cuatro días, oleadas de seres anónimos tomaron por asalto la ciudad amurallada.…