¡Qué no se apague el entusiasmo en la Universidad de Puerto Rico!

  Si los puertorriqueños fuesen dejado por su cuenta, (pudiesen atender sus propios asuntos) sin las desviaciones neo-liberales de afuera, sin las ambiciones financieras egoístas, sin cenizas, sin la banalidad de la cultura del espectáculo, la Universidad sin el bipartidismo, sin un mercenario sistema de salud, sin la consistente asimilación a una nación masivamente materialista;…