El edificio como habla

Nuestras edificaciones sufren un constante deterioro: grietas, hongos, desprendimientos, deterioro acelerado, suciedad, filtraciones, retención de agua, equipo dañado, cerraduras inadecuadas, puertas que hay que tirarlas para que cierren, rendijas, desniveles en temperaturas, coladeras de agua, oxidación constante, alteración y montaje de equipo inadecuado y contaminación en los ductos de aire acondicionado. Este menoscabo de nuestro…