La guerra fría es un evento histórico que ha servido de escenario perfecto para centenares de historias de espionaje e intriga internacional. En una época tan políticamente turbulenta y repleta de secretismo, estos relatos resultan sumamente interesantes, por lo que cuando son llevados con maestría a la gran pantalla, se hacen películas como Tinker, Tailor, Soldier, Spy.
Los secretos de estado soviéticos, ingleses y estadounidenses; los agentes que participan en la parte oculta de la política internacional y sobre todo, las mentiras, los engaños y la traición, son elementos que se han entrelazado una y otra vez en muchas historias que, mezcladas con una dosis de acción y efectos especiales, han creado clásicos como los filmes de James Bond, de Jason Bourne o los de Mission Impossible. Pero en esta ocasión, la historia de espionaje se ha contado desde un ángulo mucho más real.
Las secuencias de acción y los efectos especiales quedan fuera para dar paso a la introspección, al suspenso, la intriga y el drama humano. Las relaciones interpersonales entre estos personajes y hace que el film sea más realista.
Basada en la emblemática novela de John le Carré (a la que se le ha reconocido el haber cambiado el género literario del espionaje para siempre) e impecablemente dirigida por Thomas Alfredson, Tinker, Tailor, Soldier, Spy nos narra la historia de George Smiley (interpretado extraordinariamente por Gary Oldman) quien es un veterano agente inglés, ya retirado, al cual le piden que investigue al cuerpo británico de inteligencia, pues tienen un traidor entre los altos directivos de la misma, dándole información ultrasecreta a los soviéticos.
Entre los muchos aspectos que hacen de este film una magnífica obra de arte, resaltan la dirección y la fotografía de Hoyte Van Hohytema, pero sobre todo, las actuaciones del monumental elenco que ha sido conformado para interpretar estos personajes. Junto a Gary Oldman brillan Mark Strong, Toby Jones, David Denclik, Colin Firth, Benedict Cumberbatch, Tom Hardy y John Hurt.
Ahora bien, la historia es el otro punto fuerte de Tinker, Tailor, Soldier, Spy; gracias a la forma maravillosa en la que es trabajada por Alfredson, desde el principio mantiene al espectador en tensión y tratando de descifrar el enredado juego de ajedrez que gira en torno al traidor que debe encontrar el personaje de Gary Oldman. La trama es bastante compleja (otro elemento que la hace más creíble que las típicas historias maniqueístas de otros filmes del género) y aunque ciertamente el final puede parecer demasiado simple y apresurado para semejante enredo, la verdad es que también en la vida real, los más complejos rompecabezas suelen tener las soluciones más elementales.
Este film sin duda pasará a la historia recordado como una gran película sobre la guerra fría y el espionaje, así como una gran actuación por parte de Gary Oldman y del impresionante elenco que tiene. Ya se llevó el galardón a Mejor película británica en los premios BAFTA (entregados por la British Academy of Film and Television Arts) y aunque la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos decidió que no merecía la nominación al premio Oscar por Mejor película ni Mejor director, por lo menos ha reconocido a Oldman con la nominación a Mejor actor. En todo caso, los cinéfilos se encargarán de premiar el film reconociendo su grandeza y recordándola como una de las mejores películas del género.