En agosto, la directiva de la Tuna Bardos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se encontraba debatiendo si participarían o no en un certamen de tunas al cual habían sido invitados en Perú. Todo apuntaba a que los Bardos se quedarían con la idea de lo que pudo haber sido, pues no tenían mucho tiempo para prepararse, no contaban con el dinero necesario y significaba aplazar el lanzamiento de un disco musical, al que habían dedicado mucho tiempo.
Pero en contra de lo que muchos pensaron, la “andariega” Tuna Bardos, como ellos se hacen llamar, aceptó el reto. En noviembre, los integrantes partieron a Perú con sus uniformes e instrumentos, y llegaron llenos de experiencias, amistades y premios.
Con su peculiar uniforme blanco, negro y rojo, con estilo de la época de oro española, la Tuna Bardos de la UPR cuenta con 52 premios internacionales y locales, además de muchas historias construidas en diferentes partes del País, así como en tierras lejanas.
Esta Tuna fue fundada por Miguel Marrero en el año 1997, y aunque se ha dedicado a interpretar música tradicional española, también tiene repertorio suramericano y puertorriqueño.
Los Bardos tienen la tradición de que quien se inicia como tuno lo será de por vida, aunque se haya graduado de la Universidad. Es por eso que actualmente son 88 miembros iniciados. De esos 88, 26 son tunos que aún están en la Universidad.
Los Bardos se distinguen por ser una tuna compuesta completamente por hombres, por decir que sí a muchas invitaciones, por dar serenatas, pero sobre todo, por representar a la Universidad y al País de la mejor manera posible.
Esta Tuna recientemente viajó a la capital peruana de Lima para participar, junto con 11 tunas más provenientes de Chile y Perú, en el Tercer Certamen Internacional de Tunas “San Borja… mi orgullo”, donde lograron alzarse con el Premio a la Mejor Pandereta, a cargo del solista Jacques Doriot, y con el premio a la Mejor Tuna, el más importante de la competencia.
Por esto, Diálogo entrevistó a los miembros de la directiva de la Tuna Bardos de la UPR, para conocer más sobre su experiencia en Perú.
El reto de hacer realidad el viaje
El verano pasado, la Tuna Bardos recibió un mensaje en su cuenta de Facebook que decía “Chicos, queremos que vengan para Perú”. Este venía de parte de la Tuna de Derecho de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de Perú, la tuna anfitriona del certamen.
Según John Lix Feliciano, presidente de la Tuna Bardos, se interesaron mucho por la invitación y rápidamente solicitaron toda la información esencial.
“Hubo un proceso para decidir si íbamos a ir al viaje o no. Finalmente la decisión de ir al viaje se tomó y se tuvo que aplazar el segundo disco de la Tuna, que era el otro proyecto que teníamos”, indicó, por su parte, el secretario de la agrupación, Raúl Olivo, mejor conocido como “Cimarrón”.
“Decidimos ir al viaje porque hace dos años la Tuna no viajaba y eso es algo que tenemos como meta. Viajar el mundo y enseñar lo que se puede hacer en Puerto Rico”, destacó Olivo.
Tres meses antes de la competencia, los Bardos decidieron participar, por lo que el director musical, Christian Iván Cátala Flores, se enfrentó al reto de preparar las canciones, los ensayos y enseñarle el repertorio a 22 tunos de la manera más simple posible, a la misma vez que realizaban actividades para sacar fondos.
“Como director musical, busqué un poco de guía en tunos viejos para ver cómo me podía organizar, ya que también era mi primer viaje como director musical. Lo que hice fue organizar los ensayos como si fueran clasesy tenía un plan para cada día. Empezamos a ensayar tres veces en semana”, afirmó Cátala Flores, mejor conocido como “Mojo-jojo”. “Ensayo por ensayo se escogían canciones y se iban aclarando dudas para que el grupo musicalmente fuera creciendo”, compartió Cátala Flores.
Se destacan los Bardos con su energía
Por otro lado, los miembros de la directiva de la Tuna Bardos aseguraron que tuvieron excelente acogida en Perú. Desde el momento en que los fueron a recoger al aeropuerto hasta el momento de partir, sintieron el cariño de los miembros de las demás tunas participantes.
“Llegamos [a Perú] y nos recibieron con un selfie”, mencionó Feliciano, conocido en la Tuna como “Nenuco”.
Además, cuentan que donde quiera que iban a tocar dejaban muy buena impresión, ya que mientras las tunas locales tenían un estilo sereno, ellos se caracterizaron por ser más energéticos.
Los Bardos llegaron a Perú el jueves 20 de noviembre a la 1:00 de la madrugada y los días de competencia eran viernes 21 y sábado 22. Una vez la última tuna se presentó, el jurado se reunió para decidir los ganadores.
“Nosotros en nuestra presentación terminamos con un popurrí de canciones de plena y teníamos panderos y todas esas cosas, cuando ellos vieron eso dijeron ‘anda qué es esto, qué es este ritmo’”, dijo Feliciano.
De manera similar, Cátala Flores compartió que cuando anunciaron que ellos eran la tuna ganadora, todos los Bardos subieron al escenario y por la euforia brincaron tanto que parecía que la tarima estaba al borde del colapso.
Feliciano, por su parte, relató que quien entregó los premios fue el alcalde de la municipalidad de San Borjas y que sus guardaespaldas, al ver el revuelo que tenían los puertorriqueños en tarima, corrieron a protegerlo.
“Sin embargo, recibimos invitación para el certamen del año que viene”, añadió Olivo.
Ganaron mucho más que un premio
Tuna Bardos luego de recibir su premio. Suministrada
Para los miembros activos de la Tuna Bardos de la UPR, este viaje a Perú y esta victoria representó mucho más que un premio, ya que lograron demostrar que tenían la madurez necesaria para realizar un viaje, la capacidad y el talento para ganar la competencia sin depender de los miembros inactivos, que son a quienes siempre recurren para este tipo de eventos.
“Era más bien probar que cualquier miembro activo de la Tuna puede ir a un viaje y demostrar eso por lo que la Tuna Bardos es reconocida. Esa calidad musical cualquiera de nosotros la puede dar”, sostuvo el vicepresidente de los Bardos, Charles Alexander, conocido en la Tuna como “Menos Uno”.
Por otro lado, Feliciano indicó que para él, el viaje era un sueño imposible, porque al inicio se les hizo muy cuesta arriba decidir si asistían o no. “Los otros días estaba viendo una foto de la primera reunión del viaje que decíamos ‘es que no sabemos, no sabemos’ y que se haya dado y que hayamos ganado es algo increíble”, aseguró el presidente de la Tuna Bardos.
Con este viaje, también lograron recuperar conexiones con las tunas de América del Sur, ya que en los últimos años habían viajado solamente a Europa. Debido a que se dieron a conocer en este certamen, recibieron invitaciones para otras competencias en Chile, en Bolivia y de nuevo en Perú.
“La impresión es tanta que nos quieren de vuelta”, recalcó Feliciano.