Hace un tiempo estaba de paseo con mi novio alrededor de donde vivimos. Como somos nuevos al área, nos metimos por una calle desconocida, pensando que sería una ruta más corta hacia nuestro destino. Fue en ese momento cuando me encontré frente a una verja adornada con flores artificiales, y una entrada que dirigía a un lote donde habitaba un edificio forrado de artículos misceláneos.
Como no andaba con cámara, tomé algunas fotos con el celular y le dije a mi novio que volveríamos pronto.
Un día en la tarde, decidimos pasar de nuevo y nos detuvimos frente al portón. Había un muchacho pintando unas piezas de carro en el lote. Le preguntamos al muchacho si le molestaba si pasábamos a tomar fotos. "¿Para qué?", exclamó con cara seria. Luego de explicarle que solo eran para mí, me dijo que tenía que preguntarle al dueño que vivía al frente.
Nos dirigimos hacia la casa. En el balcón jugaban dos muchachos, uno como de 16 años y otro más pequeño. "Hola, ¿se encuentra Apolonio?", preguntó el muchacho. El adolescente, confundido, preguntó para qué lo buscábamos. Luego de explicarle que era para unas fotos, nos señaló a la casa de al lado. Allí me asomé por la verja y llamé.
Salió una señora y me preguntó qué buscaba con acento español. Le expliqué que buscaba a Apolonio porque quería tomarle fotos al espacio para una publicación de la universidad. En poco tiempo estaba ella llamándome desde el portón de al lado de la casa; por una de las ranuras me miraba Apolonio.
La señora salió con gallina en mano y Apolonio se acercó a ella. "Hola, es que quería saber si le molestaba que tomara fotos del espacio al frente, me gusta mucho”, le dije. El subió los brazos y dijo "Pues sí, eso no es mío".
Le pregunté "¿Es usted artista?” Me contestó "No" y se fue caminando al lote.
La señora con la gallina me explicó que Apolonio llevaba ya un tiempo decorando el lote y la propiedad abandonada."Había deambulantes entrando al edificio, y Apolonio empezó a decorarlo por eso de proteger el espacio. Se pasa el día allí. Un día una gallina puso huevos y ahora pues viven allí. Él les da comida. Le echa agua a las plantas".
Le pregunté a la señora si le gustaría que habláramos de Apolonio por su nombre y dijo que no creía que era buena idea. Le di las gracias y nos dirigimos a tomar fotos.
Steph Segarra es fotógrafa y parte del grupo de colaboradores permanentes de Diálogo Digital. Puede encontrar más de sus trabajos fotográficos en su página, Facebook, Instagram y Tumblr.