Si has intentado conseguir agua embotellada en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP) y no la has encontrado es debido a la implementación de la política de prohibición de venta de agua embotellada aprobada por el Senado Académico el 16 de octubre de 2014.
“Uno de los objetivos de esta política es fomentar un consumo responsable de agua y minimizar la cantidad de residuos sólidos generados. Por esta razón, se desea encaminar esfuerzos para atender los problemas generados por la venta y el consumo de agua embotellada”, así lee la política promovida por la Sociedad Eco-Ambiental en la UPR-RP y su campaña No más botellas.
Aunque la política fue aprobada en octubre de 2014, la misma tendría un año de transición para poder educar a la comunidad universitaria y que el Recinto pudiera prepararse para el cambio con la instalación de fuentes, la distribución de termos y el vencimiento de los contratos de las distribuidoras de agua embotellada.
Si usted no se ha enterado que está prohibido vender agua embotellada en el Recinto o no ha podido llenar sus termos porque las fuentes están averiadas, tienen poca presión o no poseen el artefacto que permite rellenar sus botellas reusables… es que algo ha fallado.
Según Amira Odeh Quiñones, miembro de la Sociedad Eco-Ambiental, varias oficinas no han cumplido con la responsabilidad que se detalla en la política aprobada mediante la Certificación Número 35 del Año Académico 2014-2015 y que convirtió al Recinto en la primera universidad del Caribe y América Latina en prohibir la venta de agua embotellada.
Según la joven ambientalista, la Oficina de Comunicaciones, Desarrollo y Exalumnos (OCDE) en su labor de educación a la comunidad; así como la Oficina para la Conservación de las Instalaciones Universitarias (OCIU) en la instalación de fuentes, no han cumplido a cabalidad sus obligaciones.
“Durante el año de transición, el equipo de la campaña no tuvo apoyo en la educación. Aunque estuvimos educando e investigando en el tema desde el 2010, somos una organización estudiantil con pocas personas y sin fondos”, comunicó Odeh.
La estudiante añadió que durante el año de transición esperaron por acciones a mayor escala por parte de la Oficina de Comunicaciones pero, “hasta el momento, el Recinto no ha cumplido con su parte de educación”.
“Lamentablemente, los recursos limitados y el asunto de permisos en el Recinto no han permitido una educación que alcance a todos por igual”, añadió.
Además, denunció que durante el año transitorio OCIU no instaló fuentes de agua y que la comunicación entre la organización y esa oficina fue ardua, pues no recibieron respuestas a sus reclamos hasta finales de 2015.
Sin embargo, Diálogo visitó el “lobby” (o primera planta) de Ciencias Sociales, Administración de Empresas, Humanidades, la Escuela de Comunicación y la Escuela de Derecho donde pudo constatar el funcionamiento de las fuentes. Esta última instaló una fuente de relleno de termos automático.
Aún así, las de Ciencias Sociales no cuentan con presión suficiente y la de Administración de Empresas no tiene instalado el sistema de relleno.
La Universidad expone su parte
La directora de la OCDE, Elsa Marín, aseguró que en diciembre de 2015 sostuvieron una reunión con miembros de No más botellas y que se aprobó el arte que se produjo para la campaña de educación a la comunidad universitaria.
De igual forma, explicó que la Oficina de Comunicaciones cumplió con su parte y suministró apoyo por medio de las redes sociales para concienciar sobre el asunto.
Lorna Castro, relacionista del Recinto, añadió que el material educacional está en sus manos, listo para aprobación del rector Carlos E. Severino Valdés, pero que posteriormente -y por estar en año eleccionario- tienen que ser aprobados por la Comisión Estatal de Elecciones. Castro adelantó que todo el proceso podría tardar aproximadamente un mes en tramitarse a cabalidad.
Por otro lado, cabe destacar la labor realizada por el Decanato de Estudiantes que distribuyó termos a los estudiantes de nuevo ingreso. También hay que resaltar que el Decanato de Administración ha cumplido con parte de la nueva política ambiental del Recinto al no renovar los contratos de las distribuidoras de agua embotellada.
“Aun así, conocemos que no es suficiente y no se ha cumplido con lo que nosotros propusimos para asegurar el acceso fácil y amplio al agua para la comunidad universitaria”, lamentó Odeh
Diálogo espera por una reacción del Decanato de Administración para conocer cómo se encuentra el proceso de compra e instalación de las fuentes de agua en la institución.
Para otra perspectiva de la problemática que ha causado esta política, lea el artículo de opinión de Eliezer Márquez Ramos: Bienvenido a un campus sin botellas de agua y Hagamos el revoltillo bien.