Por Zoraima Figueroa
Baltimore, Maryland- Personas de diversas partes han hecho la diferencia en la Zona Cero en Baltimore, lugar donde se han escenificado la mayoría de las protestas en esa ciudad tras el incidente en el que resultó muerto el afroamericano Freddie Gray. Diálogo estuvo en el lugar y conversó con algunas de ellas.
Hace una semana numerosos miembros de la comunidad de Baltimore llevan pidiendo justicia por la vida de Gray, un joven de 25 años que sufrió una herida grave en la columna vertebral que le ocasionó la muerte mientras se encontraba bajo custodia policiaca.
El suceso trajo a la luz pública un tema controversial que por mucho tiempo se mantuvo en silencio: la brutalidad policial hacia los afroamericanos.

El local de CVs pharmarcy, donde se presume que fue detenido Gray inicialmente, ha sido el epicentro de las protestas en Baltimore. Al lugar se le ha identificado como la Zona Cero. (Foto por Zoraima Figueroa)
Boricuas en Baltimore
Victoria Irene McReynolds, puertorriqueña de segunda generación, que reside en Baltimore hace 19 años le mencionó a Diálogo que las protestas allá le recordaban una manifestación similar en Puerto Rico hace varios años.
“Esto se parece mucho al paro del 1997 en el cual toda la Isla se fue a las calles para moverse en contra de la venta de la telefónica. Aquí hay tantas personas, incluyendo visitantes que decidieron marchar con nosotros, organizar eventos para decir lo que realmente está pasando y como mejorar.”
Añadió que escogió protestar ya que “como latina es esencial que haya representación de ellos porque hay una comunidad de puertorriqueños que residen aquí y algún día podría ser uno de nosotros, tenemos que mostrar nuestra solidaridad con la comunidad afro-americana.”

De izquierda a derecha: Kate Bishop, Victoria Irene McReynolds y Dena Hankins, participantes de las marchas contra la violencia racial en Baltimore. (Foto por Zoraima Figueroa)
Activas las comunidades de fe
La mayoría de los manifestantes aseguran que la policía abusa de su fuerza para mantener el control sobre los ciudadanos, en su mayoría afroamericanos.
Y claro está muchos se molestaron y decidieron quemar y robar negocios locales, entre ellos: farmacias, supermercados y tiendas al detal. De esa manera, entendieron que los iban a escuchar y sí, lo hicieron, pero sus acciones trajeron repercusiones al resto de los ciudadanos en Baltimore. Así que la policía y el gobierno de la ciudad decidieron intervenir para evitar más actos violentos.
Comenzaron con un toque de queda en el cual las personas no pueden salir desde las diez de la noche hasta las cinco de la mañana o de lo contrario serán arrestadas. Esta medida ha afectado el turismo y la economía local. Las autoridades también solicitaron a la policía y a la guardia nacional que se aseguraran que todo estuviera bajo control en la ciudad.

La policía y la guardia nacional se mantienen patrullando las calles. (Foto por Zoraima Figueroa)
Aunque estas medidas han funcionado para calmar, brevemente la situación, la decisión ha tenido ciertas repercusiones para los habitantes del lugar, como ha sido el cierre parcial del transporte público, que ha impedido a muchos llegar a sus trabajos; el cierre de las escuelas desde el pasado martes ha afectado la educación de los niños; y el cierre de supermercados y farmacias ha propiciado que comiencen a escasear los alimentos para algunos ciudadanos.

El pastor Duane Simmons (al centro), junto al pastor Kenneth Patterson y Joyus Jones de la iglesia Bautista distribuyen alimentos a las personas de la comunidad que debido a las protestas no han podido salir a buscar comida.
Duane V. Simmons, pastor de Simmons Memorial Baptist Church, ubicada a un bloque de la avenida Pennsylvania, conocida como la Zona Cero, donde la mayoría de las protestas toman lugar, le contó a Diálogo : “Nos hemos visto afectados por las protestas, hay personas que no han podido salir a buscar comida y yo junto a otros pastores hemos escogido distribuir comida a las personas que no lo han logrado. Gracias a Foodbank, hemos podido llenar ese espacio” .
Otro de los voluntarios de la organización en el área de distribución mencionada, comentó que “más personas han venido a solicitar alimentos desde que todo comenzó, ya que muchas tiendas de alimentos permanecen cerradas. La comida ha dado para muchos y en los otros sitios de distribución también.”

La iglesia Adventista del Séptimo Día también ha provisto alimentos a las personas en Baltimore.
Ayer se anunciaron los cargos a los seis policías acusados del delito de asesinato de Gray.
Varios agentes de la policía de Maryland, mientras recibían agua de uno de los manifestantes, aseguraron que todo estaba más tranquilo hoy, comparado con los otros días y esperaban que continuara así.
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La autora es periodista independiente, colaboradora de Diálogo.