Unas 66 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en 2016, informó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El dato equivale a “una persona desplazada cada tres segundos, que es menos de lo que insume leer la sentencia”, señala un informe de Acnur, que subraya el ritmo “muy acelerado” con que el conflicto y la persecución obligan a las personas a huir de sus hogares.
El informe Tendencias Globales señala un incremento pronunciado que dejó a 300,000 personas más desplazadas desde fines de 2015. “Desde todo punto de vista, es un número inaceptable”, remarcó el alto comisionado Filippo Grandi, quien reclamó “solidaridad y un propósito común para prevenir y resolver la crisis”.
También urgió a una adecuada protección y atención de los refugiados, actualmente unas 22.5 millones de personas, de las desplazadas, 40.3 millones, y de las solicitantes de asilo, 2.8 millones.
Mayor generador de refugiados
Siria sigue siendo “el mayor generador de refugiados”, con 12 millones de personas en los países vecinos y/o más lejos en la misma región. Pero también hay 7.7 millones de colombianos desplazados, 4.7 millones de afganos y 4.2 millones de iraquíes.
Pero en 2016, Sudán del Sur se convirtió en el “mayor factor nuevo” cuando se frustraron los esfuerzos de paz en julio de ese año, lo que dejó a unas 737,000 personas fuera de sus hogares para fin de año.
La sursudanesa Nyawet Tut relató cómo los soldados incendiaron su aldea y tuvo que huir para salvar su vida con sus cinco hijos y otros cinco de familiares asesinados en el conflicto.
“A mi esposo lo mataron en la guerra lo que, además de la escasez de alimentos, me convenció de dejar atrás mi casa y todo”, declaró la mujer de unos 30 años al ser entrevistada por el personal de Acnur en un refugio provisorio en Etiopía.
Alrededor de 3.3 millones de sursudaneses habían huido de sus hogares a fines de 2016, convirtiéndose en el desplazamiento más rápido de personas del mundo.
Los rostros más jóvenes de la guerra
Alrededor de la mitad de las personas refugiadas el año pasado eran niñas y niños menores de 18 años, señala el informe. Además, los menores representan solo alrededor de 31% de la población mundial.
Entre sus conclusiones, el informe destaca que alrededor de 75,000 solicitudes de asilo procedían de menores que viajaban solos o separados de sus padres. Entre ellos estaba Tareq, de 16 años, quien tuvo que eludir combatientes armados para escapar de Siria hacia la vecina Turquía.
“No había futuro donde vivíamos”, le dijo al personal de Acnur. “No había universidad ni trabajo. Había combatientes agarrando jóvenes como yo para mandarlos a la guerra, donde los matan. Yo quería estudiar”, explicó.
Refugiarse en países pobres
Los países en desarrollo reciben a la mayoría de los refugiados del mundo, informó Acnur.
Alrededor de 84% de ellos residían en países de bajos y medianos ingresos a fines de 2016. De los cuales, una de cada tres personas, alrededor de 4.9 millones, estaban viviendo en países menos adelantados.
“El enorme desequilibrio refleja varias cosas, incluso la continua falta de consenso a escala internacional en lo que se refiere al recibimiento de refugiados y a la cercanía de muchos países pobres a las regiones en conflicto”, precisó Acnur.
Además, el dato “ilustra la necesidad de países y comunidades de ayudar a los refugiados y a otras personas desplazadas a tener suficientes recursos y apoyo”, indicó, señalando que su carencia puede crear inestabilidad en los estados anfitriones.
Escapar de la guerra, de los desastres y de la persecución
Al haber alcanzado la marca de 65.6 millones de personas desarraigadas a la fuerza por la violencia y la persecución, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres llamó este martes 20 a la comunidad internacional a ofrecer apoyo y solidaridad.
“Pensamos en la valentía de quienes se ven obligados a huir y en la compasión de quienes los acogen”, destacó Guterres en un mensaje de vídeo con motivo del Día Mundial de los Refugiados.
Como nunca antes hay personas huyendo de la guerra, de desastres y de la persecución.
“Vicisitudes, separación, muerte”, indicó Guterres, al recordar historias terribles de la boca de refugiados y desplazados, que se incrementaron en 300,000 desde fines de 2015.
A pesar de las dificultades de escapar sin nada, “nunca pierden los sueños que abrigan para sus hijos ni el deseo de hacer de nuestro mundo un lugar mejor”, destacó. “Piden poco a cambio, solo nuestro apoyo en el momento en que más lo necesitan; y nuestra solidaridad”, añadió.
El secretario general remarcó: “Es tan inspirador ver que a menudo los países que menos tienen son los que más hacen por los refugiados”.
