En un esfuerzo para erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones, la Universidad de Puerto Rico (UPR) actualizó su política institucional encaminada a reforzar y promover el manejo adecuado de situaciones de discrimen por razón de sexo o género, así como toda conducta constitutiva de hostigamiento y violencia sexual, violencia doméstica y acecho en el lugar de trabajo o estudio, anunció hoy miércoles el presidente, Dr. Jorge Haddock.
“La violencia contra la mujer, en cualquiera de sus manifestaciones, no solo es un delito repudiable, es una problemática que tiene serias consecuencias a nivel social, psicológico, laboral y económico, que, además, afecta el núcleo familiar y la niñez, tal y como han revelado estudios de nuestros profesionales de la conducta humana. Como institución educativa, y comprometidos con este tema, nos compete crear conciencia entre nuestra comunidad universitaria con políticas y acciones destinadas a provocar cambios en las conductas a favor de la mujer”, sostuvo el presidente, quien presentó el documento a la Junta de Gobierno de la institución para su autorización.
Informó que con la nueva política de no violencia se presentó, a su vez, el nuevo reglamento de Protocolo Institucional de la UPR para la Prevención y el Manejo Adecuado de Situaciones de Violencia Doméstica en el Lugar de Trabajo.
“Este reglamento tiene el propósito de educar a la comunidad universitaria sobre las conductas violentas, al tiempo que establece un proceso uniforme para la prevención y manejo adecuado en situaciones de violencia en todo el sistema universitario. El nuevo estatuto de la UPR ofrece a la comunidad universitaria información sobre las medidas de apoyo, ayudas, y consejería disponible para las víctimas, así como el manejo de querellas y los procesos disciplinarios institucionales”, indicó.
Haddock detalló que, como institución educativa y laboral, “el principal centro docente de la isla tiene el deber ministerial de promulgar políticas que eduquen y sirvan de modelo social para frenar la violencia, proteger los derechos y garantizar el máximo desarrollo de la mujer en cualquier escenario”.
Por su parte, la monitora de Seguridad de Estudiantes y Empleados de la UPR, Dra. Carolyn Mercado Rosado, exhortó a estudiantes y empleadas a denunciar y buscar ayuda si es víctima de violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
“Vivimos en una situación penosa que requiere intervención inmediata. Es por eso que desde la Administración Central de la UPR se han gestado varias iniciativas dirigidas a promover la no violencia e igualdad de la mujer. Entre ellas, los coordinadores de Título IX, encargados de atender, rápido y confidencialmente, todas las manifestaciones de violencia contra la mujer. En el plan de trabajo establecido por el presidente Haddock continuamos desarrollando otros proyectos universitarios para educar, crear empatía y sensibilidad y así contribuir a la autoestima entre niños, jóvenes y adultos”, dijo Mercado.
Agregó que los recintos y unidades cuentan con personal capacitado y adiestrado para atender los incidentes hacia la mujer. Entre ellos, mencionó los coordinadores de Título IX, procuradores estudiantiles, consejeros y psicólogos, Programa de Ayuda al Empleado y los coordinadores de Calidad de Vida. La monitora destacó, igualmente, que el Recinto Universitario de Mayagüez cuenta con el programa Siempre Vivas dirigido por la profesora Luisa Seijo, y Siempre Vivas Metro, dirigido por Elithet Ayala.
Mercado Rosado recordó a las víctimas de violencia doméstica que también pueden comunicarse a la línea confidencial de la Procuradora de la Mujer, disponible los siete días, las 24 horas, al 787- 722- 2977. A través de ese número, pueden recibir ayuda para salir del círculo de violencia y maltrato.
Los recintos y unidades de la UPR llevaron a cabo hoy distintas actividades para promover, dentro y fuera de sus comunidades universitarias, proyectos e iniciativas de prevención y educación.
La nueva política contra la violencia y hostigamiento se establece en momentos en que las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelan un aumento considerable en el número de casos de violencia doméstica en relación con la pandemia de la COVID-19, y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, que se conmemora anualmente el 25 de noviembre.