Luego de rechazar la moción que pedía una lucha con portones abiertos, los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Bayamón se mantienen en huelga con la unidad cerrada. Así lo decidieron ayer en la Asamblea General de Estudiantes, celebrada en la cancha Pepín Cestero, donde se llevó a votación levantar la huelga, pero con 343 votos a favor y 388 votos en contra, la moción no pasó.
La petición para una huelga con los portones abiertos fue presentada por el estudiante de pedagogía, Omar Reyes, quien solicitó que se abrieran los portones el lunes, 15 de mayo, y que la defensa siguiera desde adentro y en lugares estratégicos.
Algunas de las razones para que se levantara la huelga y se luchara con portones abiertos fueron: que no se ha logrado nada concreto con la huelga con portones cerrados y que la mayoría del estudiantado no se encuentra en los portones. Sin embargo, la mayoría de los vaqueros y las vaqueras presentes estaban de acuerdo en que, en este momento, no se puede “dejar de ejercer presión”.
“Estoy en contra, pues al fin y al cabo es una lucha y rendirse ahora después que tantos sectores se han unido y nosotros la empezamos, para mí sería hipócrita”, expresó el estudiante Gilberto Ocasio.
También estudiantes en contra de la moción mencionaron que sería imposible luchar, dedicarle tiempo a los estudios y trabajar a la vez.
Sobre el proceso de votación, el cual fue secreto, los estudiantes dijeron sentirse satisfechos, pues incluyeron al estudiantado y fue bastante organizado. La mesa pidió a tres estudiantes que antes de que se llevara a cabo la votación revisaran las urnas. Al igual que al momento del conteo de voto contaron con la presencia de cuatro estudiantes como observadores.
Durante la asamblea se discutió el tema de los candidatos a la presidencia de la UPR, el plan fiscal, las ayudas federales y la acreditación de la Middle States.
Sobre el tema de los aspirantes a la presidencia de la UPR se presentó una moción —que fue aprobada— para que, además de eliminar de la lista a Nivia Fernández, actual presidenta interina de la UPR, y a el expresidente Miguel Muñoz, se añadieron los nombres de Carlos Colón y Arturo Avilés.
Ante el tema del Plan Fiscal se explicó que la Junta de Gobierno debía tener este documento para el 30 de abril y, al no aprobarlo, la Junta de Control Fiscal estaría a cargo de confeccionarlo. Esta media se daría luego de que el gobernador, Ricardo Rosselló, no autorizar que la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf) entrara en el asunto, debido a que el mandatario se ha mantenido en una posición de respetar la autonomía universitaria.
El informe, presentado por el representante estudiantil ante la Junta de Gobierno, Gilberto Domínguez, mostró que a la UPR se le debe $185,539,000 por lo que los estudiantes exigieron al Departamento de Hacienda que le pague las remesas que le adeudan a la institución.
Otros reclamos por parte del estudiantado fueron quitar los beneficios a los miembros del Senado Académico y hacer ajustes y recortes “desde arriba”, es decir, a los legisladores, representantes, asesores, entre otros. Ambas mociones fueron aprobadas por los alumnos.
En cuanto al tema del estatus de las ayudas federales, una estudiante de la UPR Bayamón presentó un informe en el que se aclaró que estas no están emitiendo desembolso hasta que se abran los portones, como ocurrió en el 2010. Al mismo tiempo, se comunicó que la UPR se encuentra en la categoría de las ayudas federales HCM1, que quiere decir que la institución debe someter registros de los estudiantes elegibles para ayudas económicas y de los desembolsos.
De acuerdo con la estudiante, una de las razones por las cuales la institución se encuentra en esa categoría es que la Administración Central no entregó a tiempo, por los pasados cinco años, los reportes anuales de auditoría que exige el Departamento de Educación Federal.
Debido a las constantes tardanzas de los reportes, se develó un mal manejo de fondos y evaluaron algunos casos que revelaron que la universidad tomaba decisiones financieras sin aclararse evidencia de la elegibilidad del estudiante.
También se halló que, cuando un estudiante se daba de baja completamente durante un semestre, la institución continuaba pagándole la beca Pell y no la recalculaba. Por estas prácticas —se indicó— es que el sistema UPR se encuentra en la categoría de mayor monitoreo.
Además, se habló de los requisitos de la acreditación por la Middle States, que se podría perder si la universidad no asegura su estabilidad financiera, indicó el informe.
La asamblea contó con la presencia de más de 600 estudiantes, que representaban más del 10% que necesitaban para que la misma no fuera informativa. El registro comenzó a las 10:00 a.m., pero horas antes ya había estudiantes en fila.
La UPR en Bayamón es una de las unidades de la UPR que desde el 6 de abril está en huelga. La paralización responde a exigir la auditoría de la deuda de Puerto Rico, al rechazo de un recorte de $450 millones al presupuesto de la UPR, entre otros reclamos.
Maestros llegan a la asamblea
Además de los universitarios, algunos maestros de la Escuela Rafael Martínez Nadal se dieron cita en la asamblea para apoyar a los estudiantes y a la vez buscar su apoyo ante su rechazo al cierre de dicha escuela.
Los educadores expresaron que este el cierre les tomó por sorpresa y que nunca se les notificó del mismo, sino hasta el viernes 5 de mayo. Sostuvieron que la razón por la que van a cerrar la escuela es por problemas sanitarios, a lo que estos aseguraron que la escuela receptora, aunque es de las “escuelas para siglo 21”, sufre el mismo problema.
En entrevista con Diálogo, compartieron que tienen soluciones y propuestas ante esta situación y que piden sentarse a dialogar con la secretaria de Educación, Julia Keleher.
Algunos de los temores de esta comunidad es que la estructura se convierta en un hospitalillo —o punto de venta y consumo de drogas— y que no haya cabida para estos en la nueva escuela.