Luego de una experiencia de violencia el apoyo de profesionales de la salud es necesario. Es por esto que varias entidades de la Universidad de Puerto Rico (UPR) han dado vida a un nuevo proyecto que permitirá atender y ofrecer tratamiento psicológico a niños y adolescentes que hayan sufrido actos violentos.
El Proyecto de Bienestar y Salud Mental se implementará mediante el Programa FuturoCONVOCA y el Proyecto de Apoyo a Niños y Adolescentes (PANA), los cuales a partir de este febrero de 2017 ofrecerán servicios en cinco escuelas de Cayey y Coamo y un residencial público en San Juan.
El proyecto es organizado por la División de Servicios Comunitarios y el Instituto de Investigación Psicológica -entidades de la UPR- y busca ayudar a lidiar con los síntomas emocionales y conductuales asociados a experiencias de violencia en niños y adolescentes de entre 6 y 18 años. Los servicios van dirigidos a víctimas de abuso (sexual, físico, emocional o por negligencia), víctimas de robo, o que hayan presenciado un crimen violento.
El proyecto utilizará protocolos de intervención desarrollados o adaptados por la División de Servicios Comunitarios del Recinto de Río Piedras y el Recinto de Ciencias Médicas de la UPR.
“Los servicios se enfocan en el trauma de las víctimas, para atender los síntomas que se desarrollan o exacerban por la exposición a la violencia. Tales síntomas pueden incluir depresión, ansiedad, ira, agresividad y estrés posttraumático. Un grupo de 20 psicólogos clínicos y comunitarios ofrecerá tratamiento dirigido a ayudar a las personas a modificar su forma de pensar o de interpretar eventos de la vida. Hay que recordar que en Puerto Rico la violencia es un problema de salud pública”, indicó el doctor David Pérez Jiménez, director interino del Instituto de Investigación Psicológica.
Como parte del proceso para poner en marcha el proyecto, se identificaron lugares con alta necesidad de servicio. En esta fase las comunidades escolares a ser impactadas son: la Escuela Intermedia Dr. Ramón Emeterio Betances, la Escuela Superior Miguel Meléndez Muñoz, la Escuela Segunda Unidad Eugenio Nazario Soto, la Escuela H.W. Santaella y la Escuela Segunda Unidad Enrique Colón, localizadas en los municipios de Cayey y Coamo. También se atenderá a niños y jóvenes y sus familiares del residencial El Prado en San Juan. Inicialmente, se espera atender aproximadamente 2,000 niños y jóvenes que representan un 90% de los estudiantes de las escuelas y el residencial participante.
“Además de los servicios clínicos, se ofrecerán servicios comunitarios, apoyo a la familia y referidos, que sabemos serán de gran beneficio para estas comunidades. La meta es expandirlo a otros municipios y escuelas en los que existe gran necesidad de este tipo de apoyo”, aseguró Cristina Miranda Palacios, directora de la Alianza Municipal para la Educación, entidad que agrupa 15 escuelas, incluyendo las cinco que participan de este programa.
De acuerdo con la doctora Emily Sáez Santiago, psicóloga clínica del Instituto de Investigación Psicológica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPR, para este proyecto se utilizará un modelo de tratamiento escalonado. El proceso comienza con intervenciones breves y progresa a ofrecer servicio más directo e intensivo a las personas con la mayor necesidad y la mayor severidad de síntomas. Los participantes completan su tratamiento cuando no tengan síntomas relacionados al trauma. Además, es un método que facilita el acceso a los servicios llevándolos al ambiente escolar o la comunidad, con lo que se llega a más personas en periodo de tiempo más reducido. Todo eso lo convierte en un modelo menos costoso y más eficiente.
Por su parte, la doctora Marizaida Sánchez Cesáreo, directora de la División de Servicios Comunitarios de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR y codirectora del Programa FuturoCONVOCA, añadió que este tipo de esfuerzo es cónsono con el plan estratégico de la Universidad, que propone insertar a la institución en la búsqueda de soluciones a la problemática social y económica del país.
El Proyecto de Bienestar y Salud Mental es subvencionado con una asignación de fondos del Programa de Asistencia a Víctimas del Crimen del Departamento de Justicia. La asignación de fondos combinada es de $800,000. Para su implementación, el Proyecto cuenta con el apoyo de la Alianza Municipal para la Educación, Ponce Health Science University y la Administración de Vivienda Pública.