“Las instituciones están por encima de quienes las dirigen. Y la función primordial del presidente de una institución de educación superior es, precisamente, protegerla”.
Así reaccionó el presidente saliente de la Universidad de Puerto Rico, Uroyoán R. Walker Ramos, tras ser destituido por la Junta de Gobierno de la institución. La junta determinó retirar la confianza al presidente y a otros funcionarios tras la discusión, sin oportunidad de réplica, sobre supuestas irregularidades en el otorgamiento de becas presidenciales.
A continuación reproducimos las expresiones textuales de Walker Ramos sobre los logros de su administración:
“Al pasar revista sobre mi labor veo con gran satisfacción que la agenda de futuro que asumimos para la Universidad, y que fue el centro de nuestra gestión, hizo posible proyectos de gran relevancia, los cuales se tradujeron en beneficio para nuestros estudiantes, docentes y trabajadores universitarios. En 31 meses logramos aumentar el número de estudiantes en nuestro sistema, que había visto una marcada reducción por los embates del pasado. Celebramos la Primera UPR Expo, un magno evento en el que recibimos estudiantes de escuelas públicas y privadas para mostrarles todo lo que la UPR tiene para ofrecerles.
El acceso a la educación para jóvenes de recursos limitados es primordial. Dimos pasos importantes en esa dirección como hacer disponible la solicitud de admisión libre de costo. En cuanto a encarecer el costo de estudiar en la UPR, fuimos defensores férreos de que NO se aumentara el costo de la matrícula. Nuestros esfuerzos están consignados para el récord.
Desde que llegué a la presidencia demostré, con acciones, mi respaldo a los estudiantes. Logramos que participaran en los procesos de búsqueda y consulta para identificar y nombrar los rectores en las 11 unidades del sistema. Y el apoyo a las organizaciones estudiantiles fue siempre parte de nuestra gestión. Visitamos todos los Consejos Generales de Estudiantes para escucharlos y tender puentes de colaboración. Para defender el presupuesto de la Universidad, hicimos causa común con los estudiantes y el resto de la comunidad universitaria. Fuimos al Capitolio y llevamos una impresionante demostración de lo que es y hace la UPR por Puerto Rico. Logramos el cometido.
De igual modo, impulsamos y logramos la participación de estudiantes en la Junta Editorial de Diálogo y en el Consejo de la Editorial de la UPR, cuerpos donde no había representación estudiantil. Establecimos el programa de Primera Experiencia Laboral para apoyar a nuestros estudiantes y procurarles vivencias que los preparan para enfrentar el mundo del trabajo.
Reconociendo que el momento exige trascender y buscar soluciones, fortalecimos nuestros esfuerzos de emprendimiento de modo que graduemos profesionales que se preparen para ser empresarios y contribuir a generar empleos.
La Universidad de Puerto Rico fue fundamental en el acuerdo entre el Gobierno de Puerto Rico y la línea Aérea Lufthansa. Para apoyar ese proyecto de desarrollo económico, se estableció el Instituto de Aeronáutica y Aeroespacial, en Aguadilla. Allí se forman los técnicos para el Centro de Mantenimiento, Reparación y Reacondicionamiento de Lufthansa Technik. En ese proyecto de país estuvo y está nuestra Universidad.
El tema de internacionalización fue trascendental en nuestra gestión. Logramos establecer acuerdos de colaboración con más de 100 universidades en todo el mundo.
Soy académico y siento un orgullo inmenso de ser producto de esta Universidad, la cual tuve el honor de presidir. Puedo asegurar que los dos años y siete meses que estuve al timón de la UPR fueron los más gratificantes de mi vida profesional. Me voy no sin antes agradecer el respaldo que recibí de todos los que contribuyeron conmigo para en esta noble misión.
¡Gracias siempre!”.
