“…Timbalero te invito a tocar,
En la rumba que ya va a empezar,
a timba, timbalero te invito a tocar,
En la rumba que ya va a empezar.
y sigue la clave y afina el cuero.
repica fuerte, tu tu timbalero,
y sigue la clave y afina el cuero.
repica fuerte tu tu timbalero…”
Timbalero, El Gran Combo
A la hora de jugar béisbol contra los hijos de Clemente, Omar Vizquel sabe que hay que tener los timbales en su sitio.
“Con Puerto Rico hay que jugar béisbol, pana”, dijo el dirigente de Venezuela en una plática telefónica con Diálogo durante la mañana de hoy, jueves.
“Puerto Rico viene con buen empuje. Creo que el empuje de los últimos años, en los que ganaron el subcampeonato del Clásico (2013) y el de este año, que se coronaron campeones en la Serie del Caribe, mantiene a sus peloteros muy motivados. Además, han creado mucho ruido y todo el mundo conoce el talento de ellos. Tienen sus veteranos, como Yadier Molina y Carlos Beltrán, pero sus estrellas nuevas, como Javier Báez, Francisco Lindor y Carlos Correa, tampoco pasan desapercibidas”, apuntó.
O sea, olvídate del trabuco que Venezuela tenga en el papel. Olvídate de que el otro día ese equipo le dio una pela de 11-0 a los Reales de Kansas City. Para Vizquel, nada de eso importa. De hecho, en las pasadas ediciones del Clásico, Venezuela siempre ha figurado entre los favoritos, debido al talento frondoso con el que cuentan, pero… del dicho al hecho ha sido imposible el trecho.
“Eso es una de las cosas que nos hemos borrado de la mente. Claro, todos los equipos son favoritos en sus respectivos corazones y no podemos menospreciar a ninguno de ellos, más en este tipo de torneo. Aquí cualquier juego es de vida o muerte, esto es como una serie corta de playoff, puede cambiar la cosa en cualquier momento”, señaló Vizquel, exsiore en la década de 1990 del glorioso e incomprendido club de los Indios de Cleveland.
El armamento contra Puertorro
El pasado miércoles, la bestial maquinaria ofensiva de la selección vinotinto se curó dándole palos a los Reales. Entre los mejores estuvo su primer bate José Altuve, quien pegó de 3-2, con dos anotadas. Vizquel calificó al rapidísimo jugador como “nuestra bujía, un jugador que nos motiva a todos”.
“Ya todos conocemos que es un muchacho que te puede cambiar el juego de cualquier forma, sea con un toque o con un batazo o corriendo las bases. Además, lo puede hacer todo en el terreno en su posición. Es una pieza fundamental para nuestro equipo. Es un primer bate de lujo, no todos pueden hacer ese trabajo. Esa es nuestra bujía y nos va motivar a todos”, señaló sobre el habilidoso administrador del saco intermedio de Venezuela.
Sin duda alguna, Altuve se encuentra en el mejor momento de su carrera. Fue escogido al Juego de Estrellas en la pasada campaña, en la cual bateó para .338 con 96 empujadas, 24 jonrones, 42 dobletes y 30 bases estafadas. Es un diablo corriendo las bases: lleva 199 en apenas seis años de carrera, estadística que complementa a perfección su promedio ofensivo general de .311, con 60 jonrones, 322 remolques y 204 dobletes.
Entonces, está el lanzador derecho Félix Hernández y su brazo nuclear. Hernández – quien participó anteriormente en el Clásico, en 2009, y se ausentó en el 2013 – saldrá en búsqueda de despachar peloteros borincanos, como si fuera Darrell Dixon con su ballesta en la tercera temporada de la serie Walking Dead. Claro, que los bateadores de Puerto Rico andan muy lejos de ser zombis. La misión que le ha tocado a Hernández, dijo Vizquel, es la de asegurarse que, por lo menos, los bates boricuas caigan en depresión.
“Félix es el veterano, es nuestro número uno, es el as de este grupo”, dijo Vizquel.
“Él muy bien sabe cómo trabajar los lanzamientos para estos muchachos. Estamos confiado de que Félix va a ser grande. Jugó en Venezuela con el Magallanes en preparación para los entrenamientos primaverales y para el Clásico. Allá lanzó alrededor de 20 entradas”, recordó.
En 12 temporadas de Grandes Ligas, el veterano Hernández ha compilado foja de 154 victorias con 109 derrotas y efectividad de 3.16. Tiene a su haber un total de 2,264 ponchetes. En la temporada de 2016, con los Marineros de Seattle, enfrentó varias lesiones y aún así logró récord de 11-8, con 3.82 de ERA y 122 abanicados. Ha participado en seis Juegos de Estrellas y en 2010 ganó el premio Cy Young en la Liga Americana.
Un timbalero de corazón
Usted que nos lee, si es que llegó hasta acá abajo, se preguntará: ¿Pero por qué esta gente ha puesto esos versitos del Gran Combo al principio de este artículo?
Mejor que sea Vizquel quien se lo diga:
Dile más, Omar:
“Sí, sí, a mí me gusta mucho tocar timbal. ¡Y sé de varios jugadores puertorriqueños que también tocan!”, le confesó Vizquel a Diálogo, cuando le bajamos por el centro del plato con la pregunta de su experiencia timbalera.
“De vez en cuando lo toco por ahí, le he cogido el ritmo. Oye, te digo también, yo toqué mucho con (Carlos) Baerga, ese también toca. Ah, pero también sé que a Carlos Beltrán le gusta. ¡Cuándo viene a batear él pone la canción de Timbalero del Gran Combo! Eso es el reflejo de esa gran influencia musical en nosotros los del Caribe”, dijo.
Bueno, pero, al fin y al cabo, esto es béisbol, no es música. Y esto hay que cerrarlo con un jonrón en nombre del béisbol latinoamericano. Después de todo, en Venezuela ese fervor se vive a flor de piel, ya sea en la figura de algún muchachito que llega lejos sin importar su estatura, como Altuve, o hasta con el propio comandante Hugo Chávez, quien siempre se identificó como un fiel seguidor de la pelota venezolana.
“Yo creo que el equipo está muy claro en la meta que tenemos. Todo el mundo está muy engranado en ganar, y en ver como se complementa el picheo con la ofensiva. En esta práctica [fogueo ante Kansas City] vimos cosas muy interesantes, jugamos casi al 90% de lo correcto. No hubo muchas cosas negativas en ese juego”, dijo Vizquel.
“Y ya tú sabes que Venezuela es béisbol, ya tú sabes cómo es la cosa, que cuando el equipo juega bien los muchachos siempre se llevan las primeras planas, pero si caemos en las malas o si se pierde, el que influye es el manager. Yo tengo la confianza de estos muchachos, jugué con varios de ellos, y creo que me va a ayudar a hacer un buen trabajo. Yo estoy muy orgulloso de representar a Venezuela. Ganar sería algo muy importante, para llevarle esa sonrisa al pueblo venezolano, un momento de esperanza y de buena vibra. Venimos a trabajar”, finalizó el afable dirigente, quien dice que por ahora no tiene intención de dirigir en Venezuela, aunque “entre mis metas está dirigir en Grandes Ligas”.