Una “onda amiga” despuntó 75 años atrás desde la Perla del Sur. Por el esfuerzo de un gremio de comerciantes de Ponce, la emisora WPAB 550 de la banda AM comenzó a transmitir su programación en medio de la voraz Segunda Guerra Mundial, para entretener y luego, en medio de una evolución ineludible, informar con los más altos estándares periodísticos.
Liderados por el radioaficionado e ingeniero Miguel Soltero Palermo, la Portorican-American Broadcasting, Inc. comenzó sus operaciones en la Calle León en el casco urbano de Ponce. Pero, al sorprenderle la muerte al socio principal, Alfonso Giménez Aguayo tomó las riendas de la estación recién inaugurada. Desde entonces la historia de WPAB se ha escrito desde las ondas radiales como un tallado perenne, tesoro de la radio puertorriqueña y del buen periodismo.
El pasado 14 de agosto, la familia de WPAB celebró los tres cuartos de siglo echando un vistazo a su rica trayectoria. Su gerente general y vicepresidente, tercera generación familiar, Alfonso Giménez Lucchetti conversó con Diálogo sobre la historia, aportaciones y trabajos de la quinta emisora inaugurada en el País en un momento histórico.
“Es un negocio bien entretenido”, dijo Giménez Lucchetti en cierto momento al repasar tantas memorias y anécdotas significativas de la estación, que es como su casa desde niño. El abogado y periodista de profesión dirige la estación desde 1998, siendo él parte integral de importantes cambios en la difusión de la programación.
Giménez Lucchetti recordó que, en Puerto Rico, las estaciones radiales en sus inicios eran, en su amplia mayoría, negocios familiares. “Estaban los Archilla de Humacao, los Giménez en Ponce, los Soto de Caguas, entre otros”, mencionó. No obstante, estas empresas familiares han ido cambiando y pasando a convertirse en miembros de cadenas como la Spanish Broadcasting System (SBS).
“Todo cambió con la consolidación de la radio por las regulaciones de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones)”, sostuvo. “Esta medida”, añadió, “tuvo un efecto adverso en el localismo”, aludiendo a que estas estaciones cambiaron su contenido, olvidando que surgieron como medios regionales y pueblerinos.
Aunque WPAB es parte de la cadena SBS, el manejo y dirección han seguido en manos de los Alfonso Giménez. Primero, don Alfonso Giménez Aguayo; segundo, Alfonso Giménez Porrata, actual presidente; y Alfonso Giménez Lucchetti. Y es eso precisamente lo que hace que WPAB sea un admirable modelo comunicológico e informativo, pues, al ser una familia ponceña con una línea editorial enteramente puertorriqueñista, conocen de raíz lo que la gente quiere y necesita escuchar.
La emisora, que fue pionera en afiliarse con Prensa Asociada (AP, por sus siglas en inglés), tuvo en su momento un teletipo que le suministraba novedades sobre la Segunda Guerra Mundial en la que participaron miles de puertorriqueños. Tal gestión le ganó mucho respeto y más audiencia, lo que demuestra que es una estación que conoce y se compenetra con su público.
Así como AP, la WPAB consiguió unirse a agencias noticiosas como EFE y UPI (United Press International) desde muy temprano. Por lo tanto, en el acontecer noticioso del País, figuras prominentes de la política como, Rafael Hernández Colón, Carlos Romero Barceló y Baltasar Corrada del Río visitaban la estación para conceder entrevistas que serían difundidas por todas las agencias informativas, lo que garantizaba mayor salida al mercado de la información. “Era una estrategia inteligente, conocida como un one stop market”, señaló Giménez Lucchetti.
Haciendo las cosas distintas
Varias de esas cosas han cambiado con el paso del tiempo. “Aquí no entrevistamos mucho a los políticos, no tienen mucho qué decir”, puntualizó el gerente general. Los únicos políticos que pueden participar son aquellos que estén vinculados a proyectos de alto interés público en la región sur, como el Puerto de Transbordo, y como lo fue en su momento el gasoducto del sur. “Nosotros traemos más a académicos y sindicalistas, gente que fomenta el pensamiento crítico, no que polarizan la discusión”, aclaró.
Esas estrategias de programación y cobertura noticiosa denotan lo indispensable que es para el equipo el localismo. “Una cosa que enoja a los ponceños y gente de acá del sur es escuchar a Rubén Sánchez en WKAQ en las mañanas diciendo, ‘Buenos días en esta mañana lluviosa’, cuando aquí está soleado […] Pierden de perspectiva que informan para toda la Isla”, explicó Giménez Lucchetti. Por lo tanto, su compromiso es de lealtad a la audiencia.
Pero el administrador insistió en que no se trata de un complejo de los ponceños, sino de un egocentrismo metropolitano que reina en las estaciones y medios generales en San Juan. Sin embargo, eso no lo desalienta. WPAB lleva al aire ya 75 años y tiene una audiencia que les respalda por la variedad de contenidos que van desde el entretenimiento a las noticias y tertulias de análisis.
“De hecho, nosotros fuimos la primera estación en tener tertulias y los primeros en permitir las llamadas telefónicas del público al aire”, destacó con orgullo el comunicador. Pero además de informar se encargan de preservar la memoria de uno de los programas icónicos cubanos y que llevan reproduciendo por décadas: La Tremenda Corte, programa en el que Leopoldo Fernández (Tres Patines), abuelo del reconocido periodista de farándula Leo Fernández “El Paparazzi”, se consagró a la fama.
“Es una comedia de un cubano que burla siempre a un vasco y una mujer vieja, y se la pasa todos los días en líos metido en la corte […] Lo transmitimos todos los días a la una de la tarde y es uno de los favoritos, al punto que gente de Ohio que lo siguen por Internet lo demandan”, dijo mirando el reloj que le indicaba que el noticiero del mediodía comenzaba.
Por otra parte, su padre, Alfonso Giménez Porrata, actual presidente de la estación, dijo tener muchas anécdotas y experiencias de una infancia metido en la estación, lo que evidencia que tuvo una niñez extraordinaria. “Antes, como no había televisión, los artistas se presentaban en la radio y nos visitaban”, explicó.
Artistas del patio y de fama internacional pisaron suelo ponceño y llegaron a presentarse en WPAB. Desde Quique Lucca, Ruth Fernández, José Luis Moneró y Sylvia Rexach, hasta Jorge Negrete, Libertad Lamarque, Tin Tán y Marcelo, y Mario Moreno, reconocido por su personaje “Cantinflas”. Ese desfile del estrellato artístico le pavimentó el camino a mantener el legado Giménez de la radio ponceña.
El periodismo WPAB
Giménez Porrata también recordó el paso de periodistas por la estación. “Rafael Lenín López trabajó aquí de jovencito”, dijo, a lo que su hijo añadió que hubo que buscar permisos especiales porque era menor de edad. También pasaron Luis “Penchi” Ortiz y Carlos Rubén Ortiz, que luego dirigió las noticias en WAPA Televisión.
No obstante, Lucchetti destacó a Janet Blasini, que hizo labor periodística como, “una de las mejores entrevistadoras que probablemente tuvo este País”, aseguró. Y es que las entrevistas en la estación son prioridad y aspiran a ser del más alto nivel posible, reiterando que se deslindan de la politiquería, razón por la cual eliminó los paneles tripartita. “Los problemas no tienen colores”, insistió.
Ambos ejecutivos reafirmaron el compromiso de la emisora con la sana distención y la información para su público contando con la alianza al grupo periodístico independiente radicado en Nueva York, Democracy Now! y con colaboraciones de colectivos como Radio Universidad, de la cual reproducen el programa Te cuento de los galardonados periodistas Mario E. Roche y Ezequiel Rodríguez Andino. Destacaron también que, probablemente son la única estación que le dedica dos horas diarias a la discusión analítica de noticias internacionales en Puerto Rico creando una oferta nutritiva y responsable.
Mas, como si fuera poco, su labor periodística ha trascendido los estándares de informar, educar y entretener, porque han logrado humanizar. Como sucedió con José “Joito” Pérez, un activista durante la lucha por sacar a la marina de Vieques que, luego de la salida de la marina, estuvo convicto y desaparecido.
“Nosotros aquí seguimos una línea editorial y por eso apoyamos la expulsión de la marina estadounidense en Vieques […] Y este muchacho, que lo arrestaron, luego desapareció bajo el sistema federal y creamos un editorial que difundimos periódicamente como por 48 horas, para que la gente escribiera y exigiera información de su paradero”, contó Lucchetti. Esta acción logró que Pérez fuera puesto en libertad y traído de vuelta a la Isla con las cajas llenas de cartas que el público, gracias a la gestión de WPAB, envió por su rescate. “Él nos enseñó eso a mí y a José Elías, nuestro director de programación, y nos dijo: ‘Esas cartas me salvaron la vida’ […] Quedamos perplejos”, relató.
A fin de cuentas, WPAB sigue con mucha entereza informando y entreteniendo desde la unión familiar por una sociedad más pensante y crítica. Habían comenzado en una pequeña estación en la Calle León y ahora, en la avenida Eduardo Ruberté de la Playa de Ponce, adornada por antenas más sofisticadas y llena de los ecos históricos que reverberan en sus paredes, continúan siendo la “onda amiga” de Ponce y el País ofreciendo buen periodismo, aprendizaje, humanidad y entretenimiento.