La disidente cubana Yoani Sánchez recibió el pasado miércoles el pasaporte que le permitirá viajar al extranjero en virtud de la nueva ley migratoria de Cuba, después de un lustro de reiteradas negativas por parte del Gobierno de su país.
(taringa.net)
La bloguera, considerada como una de las voces más críticas con el Gobierno de Raúl Castro en la Isla, confesó a Radio Nederland haberse sentido "como si hubiera corrido una gran maratón y finalmente hubiera llegado a la meta" al obtener el pasaporte. Asimismo precisó que, tras más de una veintena de negativas por parte del Gobierno cubano, recibió la noticia de que se le concede el permiso "aliviada, por un lado, pero también con muchas expectativas y preguntas por otro".
"Sólo cuando lo tuve en mi mano, vi que era mi foto, mi nombre, comprendí que sí, que voy a tener ese documento de viaje. Ahora falta la otra prueba de fuego, que es abordar el avión", aseveró.
Respecto a cuáles serán sus primeros destinos, explicó que en los años en los que ha se le ha prohibido salir de la isla ha acumulado "muchas invitaciones, se han presentado libros míos donde nunca pude asistir, me han entregado premios donde nunca pude llegar a la ceremonia, pienso recorrer muchos de esos países donde una vez estuve invitada y no pude llegar". Entre ellos, destacó Brasil, España, Alemania, Italia, México, EEUU, Chile, Argentina, Colombia o Perú. "Tengo un plan de viaje muy ambicioso pero quiero comportarme como si este no fuera mi último viaje", agregó.
La disidente descartó la posibilidad de que alguno de esos viajes sea solo de ida: "no, para nada, es un viaje con retorno. Para mí la vida no está en otra parte, sino en otra Cuba".
La nueva ley migratoria, que entró en vigor en Cuba el pasado 14 de enero, flexibiliza las restricciones para los viajes de los cubanos al extranjero y para las visitas a la Isla de los emigrados. La norma permite a los ciudadanos viajar únicamente con el pasaporte y el visado correspondiente en caso de que el país de destino lo exija, sin que sea necesario obtener el permiso de salida y otros documentos imprescindibles hasta ahora.
En este sentido, Sánchez destacó que la gran mayoría de los cubanos “ha recibido la reforma migratoria con beneplácito porque flexibiliza, acorta y abarata los trámites que hasta hace poco eran un verdadero martirio".
Pero pese a las nuevas facilidades, los cubanos siguen teniendo que lidiar con un doble obstáculo para salir del país. Por un lado, la escasez de recursos económicos que azota a la inmensa mayoría de la población; y por otro el hecho de que sea imprescindible conseguir una visa del país al que quieran viajar.
"Evidentemente las restricciones para obtener un visado podrían verse ampliadas en muchos países. No obstante, ahora mismo está circulando por la isla un listado de los países en los que los cubanos no necesitan una visa. Y mucha gente está vendiendo las pocas propiedades que tienen, sus casas, sus autos, todo lo que tienen encima para poder costearse un boleto hacia esos lugares", destacó la bloguera. Entre esta lista de 15 países se encuentran Rusia, Bielorrusia, Indonesia o Singapur, pero ninguno de los países más prósperos económicamente y a los que a muchos cubanos les gustaría viajar.
Implicaciones económicas y políticas
En la misma línea que gran parte de la disidencia cubana, Sánchez considera que el Gobierno de Raúl Castro "está apostando a esta reforma con un objetivo económico, que la gente salga, trabaje, envíe remesas y venga con dinero en los bolsillos para invertir aquí".
Sin embrago, la filóloga y autora del conocido blog Generación Y apunta que la nueva normativa "tendrá también un costo político, porque cuando estos ciudadanos experimenten en carne propia cómo se vive en otros países, que no tienen que bajar la voz cuando hablen de un presidente, que no tienen que fingir una tendencia política cuando no la tengan, todo eso hará que regresen más ciudadanos y más fortalecidos a la Isla".
La concesión del permiso a Sánchez ha sido considerada desde diversos gobiernos occidentales como un gesto de apertura del régimen cubano. Sin embargo, Sánchez señala que las nuevas medidas migratorias cubanas "son positivas pero todavía no tienen el calado ni la amplitud que nos hubiera gustado. Por ejemplo no reconoce el acto de traspasar las fronteras nacionales como un derecho y todavía tienen algunas cláusulas que podrían restringir a una persona viajar al exterior por cuestionamientos políticos".
Este podría ser el caso de Ángel Juan Moya, esposo de la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, a quien el Gobierno Cubano le ha denegado el pasaporte. “La funcionaria me dijo, previa consulta en la base de datos de la oficina de Inmigración y Extranjería , que debido que estaba regulado y por interés público, ya que no había extinguido mi sanción, no me podía procesar mi pasaporte”, explicó Moya.
El disidente, que fue encarcelado en 2003 junto a otros 74 opositores y liberado posteriormente por un acuerdo entre el régimen cubano, la iglesia del país y el Gobierno de España, explicó que la denegación de su pasaporte no le cogió “por sorpresa”, y a su juicio demuestra “que permanece la sanción por atentar supuestamente contra la soberanía y la independencia de Cuba y que el Gobierno puede, cuando lo estime conveniente, tocarnos a la puerta para arrestarnos y llevarnos a prisión”.
Moya, considera que la nueva ley migratoria supone “una maniobra más para entretener a la población cubana y le garantiza al régimen poder controlar la libertad de movimiento de los cubanos y decidir por cuestiones políticas quién sale y quién entra al país”.