En 1986 pasaban estas cosas en el mundo: la nave espacial Challenger se deshacía pocos segundos después de despegar; aparecía la primera droga para combatir el sida; la Estatua de la Libertad cumplía 100 años; el incidente nuclear de Chernobyl nos recordaba que vivíamos en un mundo de riesgo; Ronald Reagan gobernaba a Estados Unidos y el cometa Halley visitaba, como cada 76 años, a la Tierra.
En Puerto Rico gobernaba Rafael Hernández Colón y Fernando Agrait era el presidente de la universidad. La sección 936 se salvaba, luego de que los partidos políticos olvidaron sus diferencias y la defendieron en Washington; Magali García Ramis escribía Felices días, tío Sergio, pero el último día del año las celebraciones por el 1987 que llegaba se enlutecieron con el fuego del hotel Dupont Plaza.
En 1986 también nació Diálogo.
Nació como una publicación de vocación y opinión independiente.
Lo sigue siendo
Nació como un espacio público de discusión y debate.
Lo sigue siendo
Nació como un taller formativo de talentos jóvenes, de encuentro generacional, como una escuelita.
Lo sigue siendo
Nació como un lugar de creación y experimentación para artistas gráficos, narradores, fotógrafos y artistas plásticos.
Lo sigue siendo
Nació como una plataforma de valoración de la Universidad de Puerto Rico y del país que la cobija.
Lo sigue siendo
En 30 años, el mundo, Puerto Rico y la universidad han cambiado profundamente. Diálogo ha sido y sigue siendo una bitácora de esas transformaciones.
Dejamos el papel, virtualizamos nuestras ediciones, pero seguimos siendo Diálogo.
Palabra compartida
Conversación entablada
Invitación crítica
En honor a esos treinta años, a las generaciones que han cuidado a Diálogo, a las generaciones que ahora lo cuidan, con el agradecimiento del país y de la Universidad, levantemos nuestras copas.
Salud, Diálogo.