El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó hoy una animada defensa de su estrategia económica y dijo que hay señales de recuperación, aunque aclaró que no están fuera de peligro. “No hay duda de que los tiempos siguen siendo difíciles. Pero de ninguna manera hemos salido del peligro todavía, desde donde estamos, por primera vez, estamos empezando a ver un rayo de esperanza”, manifestó en la Universidad de Georgetown, en Washington D.C., donde habló en detalle de las causas de la crisis y de los pasos que ha dado su Gobierno para afrontarla. Obama añadió, además, que se tendrán que tomar medidas ¨difíciles y a veces impopulares¨ sobre la aseguradora A.I.G. y la compañía de automobiles General Motors. “Se trata de medidas bienvenidas y alentadoras, pero no significan que se hayan acabado los tiempos duros. El año 2009 seguirá siendo difícil para la economía de América”, dijo, agregando que habrá más despidos y más gente que perderá sus casas. El Presidente dijo que su plan de recuperación económica de $787.000 millones, más las medidas tomadas para recapitalizar a los bancos, descongelar el mercado de crédito, fortalecer el mercado de la vivienda y apuntalar el sector automotor están “comenzando a generar señales de progreso económico”. Departamentos escolares y de policía han cancelado despidos, empresas de energías limpias y construcción están volviendo a contratar trabajadores y los propietarios de viviendas están refinanciando sus hipotecas a unos intereses más bajos, afirmó. “La historia ha mostrado repetidamente que cuando las naciones no adoptan una actuación temprana y enérgica para conseguir que vuelva a fluir el crédito, tienen crisis que duran años y años en vez de meses y meses”, dijo. Esto implica “años de crecimiento bajo, años de baja creación de empleo, años de baja inversión, que son más costosas para estas naciones que un curso de acción atrevida y directa”. La economía de Estados Unidos perdió 663.000 empleos el mes pasado, empujando la tasa de desempleo a un máximo de 25 años del 8,5 por ciento. La economía tuvo una contracción a una tasa anual del 6,3 por ciento en el último trimestre de 2008, su declive más pronunciado desde el primer trimestre de 1982. En el discurso más amplio hecho hasta ahora sobre la economía, reprobó a los críticos que lo acusan de gastar con “un abandono temerario”. “Sé que hay críticas ahí fuera de que mi Administración está de algún modo gastando con un abandono temerario, empujando en favor de una agenda social liberal al tiempo que hipoteca el futuro de nuestros niños”, dijo, señalando que lo peor que podría hacer su Gobierno en una recesión es recortar el gasto. En cuanto a los bancos, descartó las críticas de aquellos que le piden nacionalizarlos, y señaló que es vital asegurar que vuelvan a dar préstamos, pero que asumir bancos en problemas acabaría costando más dinero al contribuyente y perjudicando una confianza aún no recuperada. Si los bancos necesitan más capital y no consiguen obtenerlo de un modo privado, “haremos responsables a los responsables, forzaremos los ajustes necesarios, proporcionaremos el apoyo para limpiar sus cuentas y aseguraremos la continuidad de una institución fuerte y viable que pueda ayudar a nuestra gente y nuestra economía”, sostuvo. Poco antes de su discurso, una inesperada caída en las ventas minoristas ensombreció el reciente optimismo sobre el estado de la economía, aunque las acciones de los bancos se vieron impulsadas por las ganancias trimestrales de Goldman Sachs, que fueron mayores de lo esperado. El Congreso ha aprobado un presupuesto récord de 3,5 billones de dólares, con el que Obama invertirá en el futuro económico de Estados Unidos, financiando amplias reformas en sanidad y educación e impulsando la inversión en producciones de energía favorables al medio ambiente. ¨Quiero que todos los estadounidenses sepan que cada acción que tomamos y cada política que buscamos está guiada por una vision panorámica del futuro de los Estados Unidos¨, afirmó el Presidente.