Queremos tanto a Gilda
De Gilda Navarra se pueden decir tantas cosas. Tantas. Decir, por ejemplo, que su nombre no era ese y sí Gilda García Daubón; o decir que su lenguaje propio, demasiado propio, eludía el abecedario; o que todo lo que se propuso le salía, al amparo de una disciplina y rigor extremos. Profesora, bailarina, mimo, directora,…