En su más reciente visita al Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el mundialmente reconocido bioeticista, doctor Diego Gracia Guillén, hizo un llamado a la comunidad de profesionales de la salud en la Isla a practicar un modelo de relación clínica a partir de la bioética, donde se promuevan y respeten los derechos de los pacientes más allá del aspecto legal, sus valoraciones y autonomía a través de un proceso deliberativo y de comunicación.
“Hay que tener en cuenta que los actos sanitarios se realizan en el cuerpo del paciente y por tanto el paciente es un elemento fundamental. Cuando hay un conflicto entre los valores del médico y los del paciente en principio los que hay que respetar son los del paciente y si el médico considera que eso va en contra de sus valores, en ciertos casos, no en todos, lo que está permitido es la objeción de conciencia del profesional. Es decir, el profesional lo más que puede hacer es no intervenir cuando los valores del paciente son muy distintos a los suyos y considera que no debe participar moralmente en un acto, como sucede, por ejemplo, en el tema del aborto”, explicó el doctor Gracía Guillén, catedrático emérito de Historia de la Medicina y director del Magíster en Bioética de la Universidad Complutense de Madrid.
En la concurrida conferencia “Hechos y valores de la relación clínica” realizada en el RCM, Gracia Guillén hizo un recuento histórico sobre cómo ha evolucionado y transformado la relación clínica (relación médico-paciente) desde la Antigua Grecia hasta el presente. En su mensaje, el bioeticista enfatizó en el nacimiento de los derechos de los pacientes a fines de la década de 1980 e instó a los profesionales de la salud a continuar educándose sobre estas “nuevas reglas” que redefinen la relación clínica y la encaminan hacia un proceso decisional conjunto entre el médico y el paciente.
“El consentimiento informado es un documento legal, es decir, el derecho lo que puede hacer es decir que hay que informar al paciente, que el paciente que es capaz y está informado tiene que firmar un documento y ya está. Desde el punto de vista jurídico el consentimiento informado es un documento, pero desde el punto de vista ético es un proceso de maduración de las decisiones. Para que una decisión sea lo más madura y responsable posible el profesional y el paciente tienen que trabajar conjuntamente y por tanto se trata de un proceso y no de un mero acto”, puntualizó el bioeticista mundialmente reconocido, en un comunicado de prensa.
La visita del doctor Gracía a Puerto Rico fue patrocinada por el recién creado Centro Latino de Bioética y Humanidades en Puerto Rico, quienes fueron los responsables de coordinar un ciclo de conferencias en temas de Bioética y Humanidades a diferentes públicos. La serie de eventos también contó con el auspicio del Instituto de Bioética Eugenio María de Hostos del RCM.