El mundo acaba de documentar el nacimiento de la persona número 7,000 millones y según informa la prensa internacional el nacimiento se registró en Filipinas, uno de los países más pobres del planeta.
La pequeña se llama Danica, pesó 5.5 libras y sus padres, Florante Camacho y Camille Dalura, fueron felicitados por funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
No obstante a este anuncio, autoridades de la ciudad rusa de Kaliningrado, a orillas del mar Báltico, aseguran que Piotr, un niño nacido pocos minutos después de las doce de la noche en el Centro Perinatal de Kaliningrado, es la persona número 7,000 millones.
Según señala El País, en sólo 12 años la Tierra ha pasado de 6,000 a 7,000 millones de habitantes, “el crecimiento demográfico más vertiginoso de la historia”.
Por otra parte, el nacimiento del habitante 7,000 millón a reavivado diversas polémicas en torno a la calidad de vida en diversas partes del mundo que, según expertos, no responden a las necesidades de las masas mundiales.
Entre estas polémicas se encuentran interrogantes acerca de la contaminación en la Tierra, el consumo de recursos naturales, el desarrollo social y cultural en el mundo, y sobre todo, la alimentación.
Por ejemplo, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, señaló con motivo de este nacimiento que “vivimos en un mundo de terribles contradicciones, en el que sobran alimentos, pero mil millones de personas pasan hambre”.
Ban Ki-moon señaló los lujosos estilos de vida de unos pocos y la pobreza que sufren muchos; así como los grandes avances en la medicina, mientras que las madres continúan falleciendo al dar a luz y los niños siguen muriendo cada día por beber agua contaminada.
Asimismo, el Secretario de la ONU destacó que en la actualidad “se gastan miles de millones de dólares en armas para matar gente en lugar de gastarlos en su protección. ¿En qué clase de mundo ha nacido el bebé número 7,000 millones? ¿Qué clase de mundo queremos para nuestros hijos en el futuro?”.
Por su parte, en una entrevista a la Radio de Naciones Unidas, la directora para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de la ONU, Marcela Suazo, destacó que uno de los desafíos centrales para la región es avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad.
“En América Latina el crecimiento de la población aporta más de 590 millones de personas. Ese crecimiento se ha dado en un contexto también de crecimiento económico de la región y también de reducción de la fecundidad. Sin embargo, es hoy todavía la región más desigual del mundo”.
Suazo agregó que la región debe buscar la manera de asegurar que el producto de ese crecimiento económico sea redistribuido equitativamente.
De otro lado, algunos críticos, entre los que se encuentra, Olivier de Schutter, representante especial de la ONU para el derecho a la alimentación, dicen que las razones por las que un séptimo de la población mundial pasa hambre “no es un problema exclusivamente tecnológico ya que con las tecnologías actuales se podría alimentar de sobra a 7,000 e incluso a los 9,000 millones de personas que poblarán la tierra en el 2045”.
Para De Schutter, el problema es la inequidad, una inequidad que se genera tanto en la política, puesto que el hambre es recurrente en los Estados autoritarios, frágiles o fallidos, como en unos mercados mal regulados que, bajo incentivos perversos, están encareciendo los alimentos vía la especulación con los precios”.
Agregó que otra consecuencia no intencionada es la ayuda alimentaria que no llega a los países más pobres, la destrucción del tejido agrícola y expulsión del mercado a los agricultores más pobres con el consiguiente abandono de tierras en diversas localidades del mundo.
Por lo que, como comenta el periodista español, José Ignacio Torreblanc, “podemos seguir creciendo, sí, y produciendo alimentos para todos, pero no parece que seamos capaces de hacer que lleguen a todo el mundo, ni de generar las estructuras políticas y de mercado que lo hagan posible”.
“Seamos los que seamos, un séptimo parece estar condenado a pasar hambre si no cambiamos esas estructuras”, concluyó Torreblanc.
Por otra parte, y a pesar del debate que surgió a tono con este nacimiento la responsable de la oficina de estimación de población de la ONU, Gerhard Heilig, describió como un "sinsentido" sugerir que alguien puede señalar dónde nace el habitante siete mil millones.
Según Heilig, la ONU reconoce que sus cifras cuentan con un margen de error de un 1% o un 2%. Es decir, la población mundial bien puede ser 7.056 millones o 6.944 millones.
"Hay un margen de error de al menos seis meses antes y después tras el 31 de octubre para que la población alcance efectivamente los 7.000 millones", le dijo Heilig a la BBC.
La página web de la División de Población de Naciones Unidas agrega que nadie puede determinar la fecha con un margen de error menor a 12 meses, ya que hasta los mejores censos tienen "inevitables inexactitudes".