El tiempo es un bien preciado que puede ser muy escaso, sobre todo cuando intentas combinar el estudio académico, la actividad social y el cuidado de ti mismo. Si encuentras dificultades a la hora de cumplir con las exigencias académicas y al mismo tiempo disfrutar de otros aspectos de la vida universitaria, es posible que no estés administrando tus tiempos de la manera más adecuada.
¿Te sientes identificado? Entonces no dejes de leer estos 8 consejos para aprovechar mejor el tiempo en la universidad:
1. Utiliza un calendario
Disponer visualmente todas tus actividades pendientes, eventos y reuniones de forma organizada y atractiva te ayudará a que nada se te pase por alto. Además, existen pocas cosas tan satisfactorias como “tachar” las tareas que ya has completado. Si buscas alternativas al clásico calendario en papel, existen diversas aplicaciones como Timetable, Horario de Clase y Agenda del Estudiante que puedes utilizar en tu teléfono celular y en tu computador.
2. Planifica con anticipación
Uno de los docentes les encarga la producción de un gran proyecto para el final del semestre, pero como aún faltan meses te parece una tarea muy lejana de la que ya te encargarás a su debido tiempo. Finalmente, terminas la última semana antes de la fecha de entrega tipeando como un desquiciado y sin dormir. ¿Te suena familiar?
Este infeliz desenlace puede ser fácilmente evitado con un poco de planificación. Cuando debas realizar un proyecto considerable, piensa, en forma de cuenta regresiva, cuánto tiempo precisarás para cada una de las actividades implicadas en su realización: elegir el tema, investigar, redactar, etc. Luego, asigna determinado tiempo para cada una de estas tareas en tu calendario. Si tienes ocho semanas para finalizar el trabajo, asegúrate de que cuenten.
3. Organízate
Mantener el material de cada clase separado en distintos cuadernos y carpetas, te ayudará a encontrar lo que necesitas para estudiar en menos tiempo. Además, intenta que tu espacio de estudio se mantenga limpio y organizado. De esta manera, no solamente ahorrarás tiempo antes de sentarte a estudiar sino que un ambiente más agradable te motivará y facilitará la concentración.
4. Combina el estudio con otras tareas
Aunque el “multitasking” (realizar varias actividades a la vez) es un factor de riesgo para tu concentración y eficiencia, existen tareas que sí son compatibles con el estudio. Una de ellas es, por ejemplo, lavar la ropa. Si tienes que estudiar para un examen y además encuentras que no te queda nada limpio para usar, incluye un determinado tiempo para ambas actividades en tu calendario.
La clave es utilizar esas dos o tres horas para esas actividades y nada más. Puedes determinar 45 minutos para estudiar, luego poner una carga de ropa en la lavadora, leer por otros 45 minutos, lavar otra carga, etc.
5. Ejercita tu cuerpo y tu mente a la vez
Unido al punto anterior, el ejercicio también puede ir de la mano con el estudio si así te lo planteas. Mientras corres puedes escuchar un podcast o la grabación de una conferencia. Puedes ver documentales o ponencias mientras utilizas la máquina elíptica o la bicicleta fija. Repasa la lección con un compañero de clase mientras juegan al tenis o salen a caminar. Las posibilidades son interminables.
Además de ahorrarte tiempo, realizar actividad física regularmente incrementará tus niveles de energía y reducirá tu estrés, lo que mejorará tus hábitos de sueño y tu concentración a la hora de estudiar.
6. Estudia en grupo
Estudiar con personas con las que sabes que puedes concentrarte es una excelente manera de combinar el trabajo académico con la vida social. Una buena estrategia es reunirse en un área común y acordar estudiar sin interrupciones hasta determinada hora. Una vez finalizado el tiempo, pueden ir a comer todos juntos y luego volver a estudiar. Tendrás la oportunidad de divertirte con tus amigos y al mismo tiempo cumplir con tus obligaciones académicas.
7. Reparte las tareas y coopera con los demás
Estudiar en grupo puede ser mucho más útil que hacer esta tarea menos solitaria. Si se avecina un examen importante, puedes proponerle lo siguiente a tu grupo de estudio: que cada uno elija un tema o capítulo, lo lea minuciosamente y luego lo explique al resto del equipo. De esta manera, no solo estarás estudiando para el examen, sino que tus compañeros estarán preparando materiales que te serán de utilidad.
Por otra parte, saber cuáles son tus destrezas y habilidades y las de tus compañeros puede ser una gran ayuda a la hora de delegar tareas. Por ejemplo, si eres bueno editando textos pero eres terrible con la tecnología, puedes pedirle a un amigo que te instale ese programa que tanto precisas y a cambio revisarle su ensayo final.
8. Separa tiempo para relajarte
Tener tiempo para descansar y darle un respiro al estudio es muy importante. Aunque tu calendario se extienda desde las 8 a.m. hasta las últimas horas de la noche, esto no quiere decir que puedes ser productivo durante todo ese tiempo. Planifica descansos y actividades que te sean placenteras y de esta manera podrás divertirte sin sentirte culpable porque tendrías que estar haciendo otra cosa.
Este artículo fue publicado originalmente en Universia.