John Hughes, uno de los escritores y directores más geniales de la comedia cinematográfica de la década de los 80´s y 90´s en los Estados Unidos murió el 6 de agosto a la edad de 59 años mientras paseaba por las calles de Nueva York, su ciudad natal. Estuvo al mando de largometrajes tan exitosos como Sixteen Candles, The Breakfast Club, Weird Science, Pretty in Pink, Ferris Bueller’s Day Off, Home Alone y Beethoven entre otras, fue el creador de un estilo en el género de comedia que es emulado incluso hoy día, y sus películas, que son consideradas ¨de culto¨, han sido parodiadas y homenajeadas en gran diversidad de filmes de las últimas dos décadas. Gracias a sus comedias, se hizo famoso un grupo de jóvenes actores y actrices que llegaron a ser conocidos por el nombre que les dio el New York Magazine: The Brat Pack. Entre ellos figuran, Matthew Broderick, Anthony Michael Hall y Molly Ringwald. También MacCaulay Culkin con la película Home Alone. Emilio Estévez, Paul Gleason, Anthony Michael Hall, James Spader, Kevin Bacon y Elizabeth McGovern, entre muchos otros, le deben a Hughes su salto a la fama. Hughes, posteriormente, se retiró de la vista pública, contribuyendo ocasionalmente con guiones como el de la reciente Drillbit Taylor. Algunos de los elementos típicos de su estilo eran la desaparición de la ¨cuarta pared¨que divide al público de la historia, mediante una conversación del protagonista con el espectador. La existencia de escenas durante o después de los créditos del final y el énfasis especial en la importancia de la música como elemento narrativo cinematográfico. Definitivamente, el mundo del cine ha perdido una gran figura que ha dejado un legado importante en la comedia contemporánea. Gracias a John Hughes por más de dos décadas de risas.
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