La Segunda Guerra Mundial fue un evento histórico que cambió, directa e indirectamente, la vida de todos los habitantes del planeta. No sólo modificó la geografía y la política de los países involucrados, sino que derrumbó las ideologías y filosofías imperantes a finales del siglo 19, que promulgaban la era de la razón, en la que las barbaries de épocas pasadas eran inconcebibles para el hombre moderno. Esta guerra probó que la humanidad seguía siendo capaz de monstruosidades tan atroces como el holocausto. Este conflicto también modificó el ámbito de los medios de comunicación. La radio, el periódico, el cine e incluso la televisión, se convirtieron en los portavoces de la “verdad irrefutable” y demostraron su poderío en cuanto a la masificación de la información. Durante este tiempo, por ejemplo, proliferó y se consolidó la producción de los News Reels. Estos cortometrajes informativos, que se presentaban al principio de la tanda cinematográfica en las grandes salas de cine y mostraban la realidad que se vivía en el frente de batalla, fueron acogidos fervientemente por la audiencia, que no concebía la posibilidad de que lo que veía fuese menos que lo que realmente ocurría en la guerra. En el caso del cine, la guerra propició el nacimiento de dos géneros que incluso hoy en día siguen siendo referentes: el film noir y el neorrealismo. En el primero, abundan las imágenes oscuras, el color negro, la noche, las calles sombrías y la lluvia que moja y deprime a los transeúntes, para crear una atmósfera que sea un claro reflejo del mundo terrible en el que viven sus personajes. Nació para expresar el descontento, la desilusión y la desesperanza causada por el fracaso de los modelos ideológicos antes mencionados, que hablaban de la supremacía de la razón. El film noir muestra que este pensamiento ilustrado de la edad de las luces es inexistente y que el mundo se encuentra rodeado por una mortaja sombría, que oculta la verdadera naturaleza traicionera, mentirosa y egoísta del individuo. Mucho del cinismo presente en el cine contemporáneo es herencia del film noir, así como la estética de los filmes más sombríos.
El neorrealismo, por su parte, es un movimiento que nació en Italia, de forma contestataria a la producción cinematográfica que se realizaba durante la dictadura de Benito Mussolini. Varios directores de la época, entre ellos Roberto Rosellini, Federico Fellini, Michelangelo Antonioni, Luchino Visconti, Suso Cecchi d’Amico y Cesare Zavattini, consideraron este cine como un medio de alienación, que disfrazaba la realidad de la Italia de aquel tiempo. Fue por esto que decidieron hacer películas que mostraran la cicatriz que dejó la guerra en el rostro de su sociedad: la destrucción tanto física de la ciudad, como psicológica, económica y moral de la población empobrecida. Los personajes de este género son hombres y mujeres comunes, que intentan sobrevivir a la vida, enmarcada en la miseria y la desolación. El neorrealismo es una clara influencia del cine latinoamericano actual. En Puerto Rico, el influjo del neorrealismo italiano fue evidente en las producciones de la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO) durante la década de los años cincuenta.
Pero la Segunda Guerra Mundial no sólo transformó el contenido del cine; también fue una de las razones principales por las que Hollywood se convirtió en lo que es hoy en día. Antes de la guerra, Hollywood era simplemente un lugar más en el que se realizaban películas y su producción era considerada por algunos eruditos cinematográficos inferior a la europea, principalmente la alemana o la francesa. Con el estallido del conflicto bélico, muchos grandes talentos emigraron a Estados Unidos huyéndole a la guerra; las localidades de filmación ya no eran seguras y la industria del cine europea sucumbió ante la maquinaria de la guerra, pues era primordial invertir en el conflicto (incluso se detuvo la producción de cinta fotográfica pues el nitrato de plata era necesario para las municiones). Hollywood se convirtió entonces en el conglomerado de productoras cinematográficas más prolíferas y se adueñó de los canales de distribución a nivel internacional, hasta consolidarse como la meca del cine. Para ver la edición de Diálogo en PDF haga click aquí