Pues todo el mundo ya tiene algo pintado de rubio en el equipo de Puerto Rico. Carlos Delgado, que era el que faltaba, se pintó la chiva y el bigote con todo y candao’ el otro día. Es más, hasta Héctor ‘Titito’ Rosa, el oficial de prensa de la selección nacional, anda por San Diego con una melena rubia que haría envidiar a Simba, el del clásico animado El Rey León.
Espérate, espérate… falta alguien. Falta el cocorote, que aunque se rapa la chola le queda el candao’, a lo Delgado.
“Yo les dije a ellos: ‘yo voy a diré a ustedes cuando es que yo me voy a pintar de rubio’. Ellos quieren [que me piente] y me lo dicen, pero yo seré quien les diga cuándo es que es”, dijo a Diálogo entre risas el dirigente de Puerto Rico, Edwin Rodríguez.
“Cuando considere que es el momento, así lo haré”, reiteró.
Las expresiones de Rodríguez fueron el jueves pasado. Y estas líneas las escribimos antes del partido de Venezuela de hoy, sábado, y apenas horas después de que Puerto Rico venciera a Estados Unidos, país que de manera colonial domina al archipiélago borincano desde 1898. No sabemos si Rodríguez, quien simpatiza con la ideología independentista, saldrá esta noche ante Venezuela con el poquito vello facial que tiene pintado de rubio. Anoche, durante la conferencia de prensa posterior a la victoria, Rodríguez bromeó que “no tengo chance” de pintarse el pelo, en obvia alusión a que anda rapado.
De nuevo, siempre queda el poquito pelo que tiene en el rostro. “Eso viene pronto”, dijo entre risas Carlos Beltrán durante la conferencia de prensa.
Mira la conferencia de prensa luego del triunfo ante Estados Unidos:
Pero más allá de la política y de teñirse el pelo, el triunfo contra Estados Unidos, no obstante, es el más importante hasta el momento, pues clasifica a la novena para la fase final del torneo, en el estadio de los Dodgers, en Los Ángeles. Pase lo que pase hoy ante Venezuela, Puerto Rico ya entra en el primer puesto rumbo a sus próximos compromisos.
Eso sí, el dirigente Rodríguez está consciente de que con cada victoria el furor en la isla aumenta. Y, pues, el gozo a veces ciega, hay que cogerlo suave, boricua.
“Mi mensaje es que hay que celebrar con moderación y respeto, que no dejen que se empañe la alegría haciendo algo indebido”, expresó.
Cauteloso ante Venezuela
Antes del partido de Puerto Rico ante Estados Unidos, el dirigente Rodríguez había hecho una declaración, de esas casi religiosas, en las que uno dice con fe y pasión lo que quiere que pase.
“Si, vamos hasta el final. Vamos hasta Los Ángeles, allá”, había dicho Rodríguez el jueves a Diálogo, cita que no publicamos antes por eso de no salarle la gesta a la gran novena puertorriqueña.
Y ayer viernes, los muchachos del archipiélago salieron a dar candela. Fue como si Rodríguez les hubiese dicho: matad y comed. Puerto Rico marcó tres carreras en la primera entrada y aguantó el embate de la ofensiva estadounidense para ganar un partido no apto para pacientes cardíacos, por marcador de 6-5.
El triunfo fue contra viento y marea, pues el árbitro de tercera le cantó quieto a un corredor que Carlos Correa sacó en tercera durante la novena entrada. La victoria fue para Seth Lugo, mientras que Edwin ‘Sugar’ Díaz se apuntó el salve de forma magistral, demostrando que aguanta presión cuando las millas cuentan.
Esta tarde, Borinquen se mide a Venezuela, equipo que ya está eliminado del Clásico y que fue la primera víctima del llamado “Equipo Rubio” en este torneo mundial. Esos factores hacen que Rodríguez vea a los chamos como un equipo mucho más peligroso, pues no tienen nada que perder.
“Todos los equipos son bien fuertes en este grupo. Venezuela puede explotar en cualquier momento. Tienen buen iniciadores, un buen bullpen, tiene buena dirección. A este equipo hay que ganárselo, porque ellos mismos no se van a derrotar, tenemos que hacerlo nosotros”, apuntó.
Rodríguez subrayó que hoy Puerto Rico saldrá en la lomita con Jorge López, mientras que el isabelino José De León será el as de lujo desde el bullpen.
“No le tememos ni a Venezuela, ni a ninguno. A todos hay q jugarle con mucho cuidado, sin dar oportunidades”, finalizó Rodríguez, primer puertorriqueño en dirigir en propiedad un equipo en las Grandes Ligas.