“Todos somos residentes del espacio que ocupamos
y en nuestro espacio las fronteras no existen’’.
-René Pérez Joglar
Algunos discos son como un gran mapa genético. Dan cuenta de influencias que llevamos dentro y nos conectan con fisuras que quizás desconocíamos, pero nos han formado desde antes de nacer. Residente, el nuevo álbum discográfico del cantante René Pérez Joglar, es uno de esos – y de un modo muy literal.
Dos años atrás el artista puertorriqueño, exmiembro de la banda Calle 13, identificó a través de una prueba de ADN países cuya influencia lleva en la sangre, y trazó rutas de viaje para crear música desde estos lugares. De ahí nació una página electrónica, un documental, un libro y su primera producción discográfica en solitario, que se encuentra a la venta desde hoy.
Para componer las líricas del disco, Pérez Joglar se adentró en un proceso de introspección que resultó en lo que considera el proyecto musical más ambicioso de su carrera artística. Durante horas y desde distintos espacios alrededor del mundo, pescó ideas en el silencio, buscando – o esperando- inspiración para sus letras como un cazador aguarda a su presa.
Dice este puertorriqueño que la sangre es nómada, y Residente recorre desierto, montaña y ciudad, desde Asia hasta África, desde Europa hasta Puerto Rico. Busca el corazón de distintos países a partir de sus historias, voces y sonidos, consciente de que desde el oído también se construyen puentes multiculturales.
Quizá por eso escuchar este proyecto discográfico es percibir una invitación a conectar con distintas realidades.
Lin-Manuel Miranda presente
La introducción del disco llega a los oídos en la voz del director, actor, rapero y compositor Lin-Manuel Miranda, primo de Pérez Joglar. Luego de la introducción le siguen: Somos anormales, Interludio entre montañas siberianas, Una leyenda china, Interludio Haruna Fati, Dagombas en Tamale, Desencuentro, Guerra, Apocalíptico, La sombra, Milo, El futuro es nuestro e Hijos del cañaveral.
Milo lo compuso luego de soñar con su hijo, escuchó una melodía y se propuso agarrarla, transportarla desde su memoria hasta la de tantos más. Guerra, por otro lado, nació tras escuchar anécdotas de personas de distintas edades para las cuales decir conflictos bélicos -en su idioma- es hablar sobre ausencias, distancias y violencias que duelen desde muy adentro.
La sombra, por su parte, explora qué tan distintos somos todos en el mundo cuando nos encontramos a contraluz. Y así, de uno en uno, cada tema es un viaje entre distintos trazos sociales que marcan nuestra identidad; quizá porque la música ha sido para Pérez Joglar un espacio desde donde entenderse mejor no solo como artista, sino además como ser humano, y esta producción discográfica lo muestra.
Esta tarde el artista se dará cita en la Placita de Santurce desde las 6:00 p.m. Andará por allí, firmará autógrafos y compartirá con su gente, con quien desde el saque comparte distintas formas de la genética.