Entran a participar en su primer año de las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico (LAI). Conocen a sus entrenadores y compañeros de equipo mientras practican una o varias disciplinas deportivas. Llega el momento de la verdad y dan el todo por el todo en las competencias, para luego volver a competir el próximo año.
Pero todo cambia cuando algunos de estos estudiantes-atletas tienen que dejar el equipo de su institución al finalizar su cuarta y última temporada de competencias.
Para Walter Báez, quien está en su cuarto año de Justas LAI y pertenece al equipo de porrismo del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP), “ha sido un honor ser parte del equipo de mi alma mater”.
“He visto mi crecimiento a través de estos años en lo que me destaco y en lo que necesitaba mejorar. Mi equipo es una familia y me da tristeza ya no ser parte del ‘Dream Team de la UPR’”, expresó Báez. El joven añadió que tanto él como su equipo siempre han estado listos para “entregarlo todo en ese matre y abrir paso a una nueva historia”.
En cuanto al hecho de no poder seguir compitiendo en las Justas, Báez mencionó que a pesar de todo “sé que mi equipo estará en buenas manos y que seguirán poniendo el nombre de la IUPI en alto”.
Al igual que Báez, muchos estudiantes-atletas de las diferentes unidades del sistema universitario público del país tienen sentimientos encontrados al pensar que este es su último año participando en las Justas LAI.
¿Pero cómo se sienten aquellos estudiantes-atletas del sistema universitario privado que se encuentran en la misma situación?
En el caso del atleta Ramfis Vega, quien representa a la Universidad del Este (UNE) el sentimiento de dejar de representar al equipo de los pitirres “es fuerte porque ya culmina esta jornada de competencias aquí en la LAI”. Sin embargo, Vega expresó que lo ha disfrutado al máximo mientras apoya a aquellos compañeros que les queda más tiempo para representar la institución.
Por su parte, Jean Carlos Figueroa, quien representó a los cocodrilos de la Universidad Metropolitana (UMET) por última vez en el evento de marcha, declaró sentirse bien ya que “he trabajado para este día y pienso estar entre las tres posiciones al igual que en estos últimos tres años”. Figueroa ha ganado dos medallas de bronce y una de plata.
En relación a las experiencias que obtuvo durante su jornada atlética dentro de la comunidad universitaria, Vega recordó cuando compitió por primera vez en las Justas. “Mi primer año no estaba en los favoritos, pero gracias a Dios culminé segundo lugar y mejoré mi marca personal a una centésima de romper la marca nacional juvenil que en aquel entonces era de Javier Culson”, declaró.
Este deportista de la UNE ha sabido sacarle provecho hasta a las experiencias difíciles, como la que vivió en el 2015 cuando tuvo un traspié. “Fue en la última valla donde tropecé y no pude culminar la carrera. De ahí aprendí mucho porque eso me ayudó a tener más paciencia, a esforzarme y tener más amor y respeto al deporte”, explicó Vega quien correrá en la final del evento 4×100, 110 y 400 metros vallas.
Ahora en cuanto a los planes futuros, Figueroa indicó que “ahora mismo estamos pensando en qué es lo que vamos a realizar después de las Justas. En eso nos encontramos a ver si seguimos marchando. Todavía no sabemos”.
Por su parte, Vega –quien está cursando su maestría en Trabajo Social Clínico– confesó que le gustaría seguir entrenando y llegar a representar a Puerto Rico en eventos como las olimpiadas y el ‘Diamond League’.
Vega también señaló que está agradecido de todo el apoyo que recibió durante su jornada.
“Agradezco a cada persona especialmente a Dios y a mis familiares que siempre me han dado apoyo en todo momento en la adversidad y en la alegría. Siempre estuvieron conmigo y agradezco por toda la confianza y el apoyo que me han dado, y aún más a mi Universidad del Este que desde un principio me dieron la confianza para poder representarlos dignamente”, puntualizó.