Río Piedras fue la sede de un inmenso proyecto presentado por la Maestría en Gestión y Administración Cultural, que busca ir más allá de los horizontes institucionales y encontrar espacios flexibles para el refuerzo de enlaces creativos y eductivos entre diversas comunidades. Una “ecología de saberes” fue forjándose a medida que transcurría la segunda sesión de ponencias de la serie de actividades “Inter-acciónes Creativas” el pasado Jueves en Taller Cé. Allí diversos elementos duales como mito y logo, arte y ciencia, ficción y realidad, mente y espíritu, opresor y oprimido se encontraron en el terreno común de la expresión humana. Ricardo Cobián, profesor de español de la facultad de Estudios Generales, proveyó un contexto histórico-mítico identificando al fuego como el elemento clave alrededor del que, no sólo se han construido todos los saberes, sino también la idea de poder “controlar el saber para controlar el poder del saber”. Se basó en su performance “Dueños del Fuego” en el que trabajó con estudiantes de ciencias naturales con poca o ninguna experiencia en teatro. “El juego performativo propicia el cuestionamiento de paradigmas mientras promueve un mutuo aprendizaje sobre aspectos esenciales en ambas, las ciencias humanas y las naturales” comentó. Anaida Hernández, artista residente en Caribbean University expuso su “método de crear” a través de su proyecto “Prometeo Lab”, un taller artístico que cuenta con recursos tecnológicos. “Mi último proyecto (una escultura de un reloj solar-calendario) fue realizada por estudiantes de ingeniería. Esto les ayudó desarrollar su creatividad y ponerlos en contacto con el arte ya que son personas muy técnicas. Los artístas están buscando pistas en los científicos para hacer sus investigaciones y viceversa”, añadió. El artista Omar Velazquez, cuya obra gira en torno a los traumas, los conflictos y las dependencias, ha trabajado con adictos para despertar una sensibilidad creativa en ellos ya que, según él, representan el retorno evolutivo a una existencia de cazador-recolector. Se ha dedicado a recolectar imágenes vivas que crean la “anécdota social”. “El dialogar y escuchar sus situaciones personales me hizo caer en cuenta que yo, al igual que ellos, necesitaba también sanar”, compartió. Finalmente Pedro Adorno, del grupo teatral “Agua Sol y Sereno” en conjunto con la profesora Mayra Rivera, quien se enfoca en areas de conocimiento científico y biológico, coincidieron en que validar la experiencia personal, estética y mítica-espiritual como dominio de producción de conocimiento en espacios institucionales es de “urgencia social”. Actualmente participan en el proyecto “Mapas del cuerpo: Cartografías individuales y colectivas” para Iniciativa Comunitaria en donde laboran en la construcción de mapas de “los invisibles y los invisibilizados”; de aquellas secciones “indiciplinadas” de la comunidad que llevan consigo muchísima información enriquecedora. Las actividades se extendieron por tres días, desde el jueves 12 hasta el sábado 14 de marzo, entre el Museo de la UPR, Taller Cé y El Teatro Estudio Yerba Bruja.