El vacío de poder que enfrenta la Universidad de Puerto Rico (UPR) representa una oportunidad para comenzar una reestructuración en la gobernanza del primer centro docente del País.
Así lo expresó la representante del colectivo Profesorxs Auntoconvocadxs en Resistencia Solidadria (PAReS), Melanie Pérez, quien aseguró que gran parte del problema de la UPR es la burocracia y el tamaño de la estructura administrativa.
“Nosotros entendemos que no debería haber ni presidencia ni Junta de Gobierno [en la UPR]. Sería bonito si pudiéramos aprovechar la ocasión para llenar el vacío con un gobierno horizontal, participativo. Con docentes con plaza y sin plaza, con estudiantes, también con trabajadores no docentes, y que las decisiones se tomen más cerca del lugar donde están las personas afectadas por ellas”, explicó Pérez.
No obstante, la profesora reconoció que reformular la administración universitaria tomaría tiempo.
“Obviamente es una reacción utópica porque de un día para otro no se puede reestructurar la Universidad. Pero podemos aprovechar el vacío para entonces empezar a poner en la esfera pública la idea de la Universidad que nosotros quisiéramos que surgiera a partir de esta coyuntura crítica”, expresó.
Con ella coincidió el representante del Colectivo de Docentes en Movimiento Solidario (DeMoS), Errol Montes, cuando se le cuestionó quién tomaría el mando de la institución.
“La Junta Universitaria podría reunirse y tomar las riendas de la UPR, ya que no hay presidencia ni Junta de Gobierno constituida. Es el próximo cuerpo en línea de autoridad y debe trabajar un plan fiscal que salga desde la misma Universidad”, indicó.
Múltiples los factores que provocaron renuncias
Para Montes, las renuncias fueron a consecuencia del mal manejo de la expresidenta interina, Nivia Fernández, y la Junta de Gobierno con el proceso de la huelga estudiantil.
“Ellos tuvieron muchísimo tiempo para haberse sentado con los estudiantes con calma y llegar a unos acuerdos. Sin embargo, empezaron a reaccionar en el último momento con las cosas con prisa y con el marasmo encima. En varias ocasiones se les pidió reuniones y [Fernández] no accedía. Incluso ocultaba información”, expresó Montes.
Las dimisiones del presidente Carlos Pérez Díaz, el vicepresidente Carlos Del Río y el licenciado Frank Catalá Morales a la Junta de Gobierno de la UPR se dieron a conocer a través de una carta sometida al gobernador Ricardo Rosselló, momentos después que Fernández renunciara a la presidencia interina.
Entre las razones para dejar los puestos estuvo la imposibilidad de presentar un plan de trabajo certificado por la Junta de Gobierno para abrir los portones del Recinto de Río Piedras, como lo había ordenado el Tribunal de Apelaciones en una sentencia del 5 de mayo.
Horas después de las renuncias, Rosselló designó al profesor Walter Alomar Jiménez y a la licenciada Zoraida Buxó Santiago, como nuevos miembros del máximo foro rector de la UPR. Al momento, estas nominaciones esperan por la consideración del Senado para ser confirmados.
En cuanto a estos nuevos designados, la representante de PAReS expresó que dichos nombramientos “son político partidistas” y que eso es precisamente uno de los problemas más graves que tiene la Universidad. “El gobernador ha dicho que respeta la autonomía universitaria pero no lo demuestra con los hechos”, soltó Pérez.
Montes, por su parte, añadió que es como “una aparente insolencia que tiene el gobierno porque las vacantes en la junta llevan tiempo. Se pudieron haber nombrado a personas para esos puestos hace tiempo”.
Según el académico, esa “insolencia” que muestra el gobernador y su alegado respeto a la autonomía universitaria lo que oculta realmente es una agenda de querer cambiar la universidad pública por completo.
“También es una estrategia porque si derrotan a los estudiantes y a la Universidad primero, el resto del País se les hace un poco más fácil porque está menos organizado. Realmente la Universidad ahora mismo es uno de los pocos espacios donde los estudiantes, docentes y empleados no docentes pueden estar en un mismo taller de trabajo y pueden organizarse y comunicarse con otros sectores en Puerto Rico”, expresó.
“Yo creo que ellos hicieron el análisis de que si derrotamos a la Universidad primero el resto del País queda con poca capacidad de protestar”, sumó.
Por su parte, el presidente de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (Heend), José Torres, mencionó que la renuncia tanto de la presidenta, como de los tres miembros de la Junta de Gobierno, fue para evadir el desacato que implicaba no cumplir con la sentencia del foro apelativo.
En cuanto a los nombramientos dados por el gobernador explicó que hay que dar tiempo a que ambas personas comiencen a ejercer funciones “desde una visión universitaria”, en la institución.
“Yo creo que hay que darles una oportunidad y no bloquearlos de entrada porque sean una X o Y persona de un partido o de otro. Siempre van a ser de un partido porque siempre ha sido así. Aquí lo que hay que ver es a la Universidad como un ente único en este País y que tiene la gran oportunidad de aportar a que eche hacia adelante. Que lo miren desde una perspectiva universitaria y no desde la perspectiva político partidista”, opinó Torres.
Atraso para la resolución de conflictos en la UPR
La representante del grupo Profesorxs Transformándonos en Solidaridad Tornada (PROTESTAmos) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), Jocelyn Géliga, mencionó que las renuncias en la Junta de Gobierno significarán un retraso en las negociaciones por el asunto del quórum.
Mientras, en el caso de la presidenta interina, sostuvo que era “una renuncia anunciada”.
“Se veía venir. Incide sobre las negociaciones, pero personalmente ella no había tenido el liderazgo para encaminarlas en un principio. No creo que la comunidad universitaria veía a [Fernández] como alguien que pudiese aportar al cierre de la huelga indefinida mediante unos acuerdos. El saldo principal y lamentable de todo esto es el trancar la posibilidad que ya se vislumbraba en los pasados días de llegar un consenso de culminar la paralización y alcanzar unos logros concretos del estudiantado en huelga”, abundó Géliga.
Al momento, cinco unidades del sistema de la UPR se encuentran en proceso de huelga indefinida. El estudiantado del Recinto de Río Piedras celebrará hoy, a las 4:00 p.m., su cuarta asamblea general. Mientras, la UPR en Utuado realizará mañana viernes su asamblea estudiantil. Cabe destacar que esta unidad todavía mantiene los portones cerrados a pesar de que una asamblea pasada levantó la huelga indefinida.
En el caso de la UPR en Ponce, el estudiantado decidió terminar la huelga el lunes, 12 de junio. Por su parte, la UPR en Arecibo ya reanudó sus labores académicas y administrativas.
Al igual que la UPR en Utuado, la UPR en Carolina se mantiene en un receso académico y administrativo indefinido a pesar de haber levantado su voto de huelga. Mientras, la UPR en Aguadilla reanudó su jornada de paros ‘DO RE MI’ que se realizan los fines de semana.