“Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra”.
Ha finalizado parcialmente un conflicto más en nuestro recinto. Los estudiantes que me conocen saben mi posición a lo largo de los pasados dos meses. Para mí no fue nada nuevo porque he vivido esta experiencia en más de cinco ocasiones en mis 26 años de enseñanza. Como siempre, este conflicto fue un periodo de ataques, discusiones, consensos y reflexiones en todos los sectores que componen la comunidad universitaria.
A diferencia de otros años (con excepción del 2010), la exposición en las redes cibernéticas fue extensa en todo momento. Fue triste los ataques directos e indirectos entre profesores, estudiantes y público general en las redes, particularmente en el Facebook. Cada sector estará en los próximos días reclamando logros desde su trinchera. Todos estuvimos en una trinchera; los que participaron a tiempo completo en el conflicto, los que participaron a tiempo parcial en el conflicto, los que repudiaron totalmente el conflicto, los que repudiaron parcialmente el conflicto y los que desaparecieron de la Universidad de Puerto Rico (UPR) durante el conflicto.
Regresamos al Recinto de Río Piedras el día después del plebiscito…Todos tendremos cicatrices de lo acontecido en nuestro campus universitario. Desconozco cómo serán las dinámicas dentro del salón de clases a partir del 12 de junio. Tendremos poco tiempo para cubrir el material que falta y la curva de atención será mínima. Entre profesores e investigadores experimentaremos actitudes esquivas, dependiendo de las posturas asumidas durante el conflicto.
Los salones de clases estarán en peor condición que en marzo, los ordenadores estarán sin ser actualizados, los docentes tendremos cientos de mensajes de estudiantes que no pueden terminar el semestre porque tenían el verano comprometido, los contratos de muchos colegas para el próximo semestre estarán en un limbo administrativo, las investigaciones financiadas por fondos institucionales estarán atrasadas, menos presupuesto y peor aún, erosionados mentalmente por todo lo ocurrido y lo que ocurrirá.
Tenemos que regresar a reordenar nuestras vidas académicas dentro del recinto como mejor podamos. Los profesores e investigadores tendremos que cumplir las 37.5 horas semanales en el recinto para hacer nuestro trabajo académico, técnico y administrativo. Los estudiantes tienen que concentrarse en terminar los cursos del semestre. Hay muchas lecturas por hacer y trabajos para entregar. Los no-docentes tendrán que trabajar más allá de las horas laborables para mantener funcionando el recinto durante este verano y ponerlos en condiciones físicas y administrativas para los próximos semestres.
Hay mucho resentimiento por lo que se perdió y no se logró desde las trincheras. Todos perdimos algo en este conflicto, pero tenemos que levantarnos porque quedó evidenciado que el sistema de educación pública de Puerto Rico está solo. La UPR tendrá que sobrevivir solita durante los próximos años. Hay muchos enemigos, inclusive desde la misma UPR.
El conflicto de la UPR sirvió para proyectar la sociedad puertorriqueña moderna. Las fricciones continuas, indiferencias individuales y colectivas, politización, desinformación y faranduralización de hechos que se vivieron en la UPR son solo un reflejo de lo que ocurrirá en nuestro país. La crisis en la UPR se reproducirá en otros sectores de nuestra sociedad y los afectados se encontrarán solos en sus luchas frente a un gran enemigo rodeado de entes indiferentes.
La lucha de un grupo de estudiantes fue solo el comienzo de una gran serie de luchas que se darán en nuestro país en los próximos años en donde el resultado no será el esperado. Hoy fueron los estudiantes universitarios en su búsqueda de mantener una educación de calidad, en agosto, cientos de estudiantes y maestros del sistema de educación pelearan frente a las escuelas cerradas.
En el cierre del año fiscal, los bonistas pelearán en las cortes al no recibir el rendimiento prometido. El próximo año serán los indulgentes con la salud al recortar la tarjeta de salud, los pobres sin una vivienda adecuada debido a las enmiendas a los programas de vivienda con subsidio y más adelante los estadistas tendrán su propuesta política rechazada en los Estados Unidos. Como verán, todo se impone desde afuera sin consenso.
Por mi parte, trataré de finalizar el semestre según lo establecí en mis prontuarios. Dentro de las clases, finalizaremos el material que falta por cubrir y trabajaremos con los recursos limitados que tengamos para las próximas seis semanas….Tiempo al tiempo.