En medio de los desastres ambientales que sufre Bangladesh por el exceso de agua, este país de Asia meridional será el anfitrión de una serie de consultas para analizar su valor que permitirán ver cómo optimizar su uso, así como encontrar soluciones a los problemas asociados al líquido vital.
Bangladesh, que ha sufrido mucho a raíz de las inundaciones y el anegamiento del suelo, no es el único en sufrir por el exceso o la falta de agua, pero tras las últimas inundaciones quedaron miles de familias desplazadas.
Según el informe Desarrollo Mundial del Agua, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ríos transfronterizos como el Ganges, el Indus y el Brahmaputra, sufren la enorme presión del desarrollo industrial, la urbanización, el crecimiento poblacional y la contaminación ambiental.
En India, una veintena de ciudades padecen la escasez hídrica, y en la capital de Nepal, la gente hace fila durante horas para conseguir agua potable de una antigua fuente.
En Pakistán, el Consejo de Investigación de Recursos Hídricos alertó que el país podría secarse para 2025 si las autoridades no tomaban medidas de forma inmediata.
La cooperación regional será un factor fundamental en la resolución de esos problemas interrelacionados.
Este lunes 31 de julio, ministros, funcionarios, empresarios y representantes de organizaciones no gubernamentales participarán en la Cuarta Consulta sobre Valoración del Agua, que se realizará en el Centro BRAC, en Daca.
Esa instancia se enmarca en las consultas de alto nivel llamadas “Iniciativa sobre Valoración del Agua”.
Bangladesh es uno de los países con mayor densidad de población del mundo, con más de 167 millones de habitantes en 148,460 kilómetros cuadrados.
Pero a pesar de los esfuerzos para reducir la pobreza realizados en los últimos años, todavía hay alrededor de 13% de bangladesíes sin agua potable y 39%, sin servicio de saneamiento.
En enero de 2016, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, organizaron un Panel de Alto Nivel sobre el Agua (PANA), con 11 jefes de Estado y de gobierno, para acelerar el cambio en la forma en que los gobiernos, las sociedades y el sector privado usan y gestionan el agua.
Los participantes eran gobernantes de Australia, Bangladesh, Hungría, Jordania, Mauricio (uno de los presidentes), México (el otro presidente), Holanda, Perú, Senegal, Sudáfrica y Tayikistán.
Según el Global Water Partnership, organizador del evento del agua de Daca, Bangladesh es uno de los anfitriones de las consultas del PANA, que procura ofrecer el liderazgo necesario para impulsar una forma integral, inclusiva y colaboradora de desarrollar y gestionar los recursos hídricos, así como mejorar los servicios de agua y saneamiento.
El presidente de la Asociación de Agua de Bangladesh (BWP, en inglés), Khondaker Azharul Haq, indicó que a pesar de su valor económico directo, el agua tiene un valor indirecto para la protección ambiental y para prácticas religiosas, culturales y medicinales.
El valor no económico es muy elevado porque el agua disminuye día a día en todo el mundo, tanto en lo que respecta a su calidad como a su cantidad.
Al ser un país ribereño, Bangladesh tiene múltiples problemas relacionados con el líquido vital todos los años, y tendrá que depender de los ríos trasfronterizos, lo que implica que le llegue mucha agua durante el Monzón y muy poca en la estación seca.
En la temporada monzónica, Daca y la ciudad portuaria de Chittagong sufren grandes inundaciones por la falta de desagües pluviales adecuados.
Al visitar una zona inundada el miércoles 26, el alcalde de la Corporación Municipal de Daca, Annisul Huq, se mostró molesto y preguntó en voz alta frente a la prensa: “¿Podría alguno decirme por favor cuál es la solución?”.
Chittagong tiene el mismo problema de inundaciones todos los años, pero en 2017, un área mayor de lo habitual quedó sumergida por las fuertes lluvias, sumado a la marea alta.
Azharul Haq, de la BWP, señaló que el “valor nocivo” del agua también aumenta, porque una gran parte del sufrimiento deriva de los problemas vinculados al líquido vital.
“La gestión del agua debería ser más integral para obtener el mayor valor posible del agua”, indicó.
El “valor nocivo”, además de sus valores económico y no económico, será objeto de debate en el encuentro de este lunes 31 de julio, añadió.
Hace tiempo que los expertos alertan que si las autoridades no toman medidas pronto, dentro de una década, las grandes calles de la capital estarán inundadas y la mayoría de los barrios terminarán bajo agua tras las fuertes lluvias.
No es raro que en la temporada monzónica caigan 42 milímetros de agua en 90 minutos, pero la situación empeorará en Daca por el aumento de la temperatura global.
“De continuar la actual tendencia de gobernanza, en una década las calles de Daca quedarán inundadas durante los monzones, lo que agravará el sufrimiento de la población y la gente tendrá que abandonar la ciudad”, dijo el urbanista Maksudur Rahman a IPS, en entrevista realizada el año pasado.
Además, pronosticó que en 10 años bastarán lluvias moderadas para anegar entre 50 y 60 por ciento de la capital.
Daca, donde viven 14 millones de personas, es el centro del crecimiento del país, pero no tiene prácticamente ninguna capacidad para soportar lluvias fuertes. El 1 de septiembre de 2015, por ejemplo, cayeron 42 milímetros de agua en una hora y media, lo que hizo colapsar el sistema de alcantarillado de la ciudad.
La Iniciativa Valorando el Agua, del PANA, es un proceso de colaboración que apuesta a crear promotores en todos los niveles y es una oportunidad única para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El agua dulce es un recurso finito, que sufre una presión particular debido al crecimiento poblacional en todo el mundo, entre otras causas, agravando los desafíos que suponen eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones.
El agua es esencial para la salud humana, la seguridad alimentaria, la energía y el funcionamiento de las ciudades y el ambiente. Una valoración más apropiada ayudará a equilibrar los múltiples usos y servicios que ofrece y a tomar decisiones informadas sobre la cantidad que insumen ellos y así maximizar el bienestar.
El principal objetivo de las consultas de este lunes 31 es reunir las opiniones de una amplia variedad de actores sobre las propuestas del PANA sobre el preámbulo y los principios de valoración del agua.
La reunión del 31 impulsará a los gobiernos, a las empresas y a la sociedad civil a considerar los múltiples valores y a guiar la incorporación transparente de esos valores al proceso de toma de decisiones de autoridades, comunidades y empresas.
Las consultas del PANA también crearán conciencia y permitirán debatir sobre la relevancia regional o nacional de las perspectivas globales.