Para muchas personas, llegar a los 50 años marca el comienzo de una etapa importante de la vida. Es una etapa cuando muchos individuos se toman un momento para reflexionar sobre sus experiencias, sus logros y sus deseos por cumplir.
Sin embargo, también debería ser el momento para reconocer que, sin importar cuán joven y llena de energía una persona se sienta, con la edad surgen ciertos cambios en el funcionamiento normal del cuerpo. Es por esto que, según la Sociedad Americana del Cáncer, toda persona debe hacerse una prueba de detección para el cáncer colorrectal a partir de los 50 años de edad.
Al igual que otros tipos de cáncer, el cáncer colorrectal surge de un crecimiento anormal de las células. En este caso, son las células del colon (intestino grueso) y las del recto. El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte en los Estados Unidos y en Puerto Rico, tanto en varones como mujeres.
Este tipo de cáncer suele comenzar como un conjunto de células precancerosas, comúnmente conocido como pólipos, que se presentan en la superficie interior del colon o el recto. Aunque la mayoría de estos pólipos suelen crecer esporádicamente, sabemos que hay varios genes mutados que pueden heredarse y que predisponen a síndromes de cáncer colorrectal.
Algunos de los factores de riesgo establecidos para el cáncer colorrectal incluyen ser mayor de 50 años, tener familiares que hayan tenido pólipos o el cáncer como tal, tener un historial de enfermedades gastrointestinales, comer una dieta baja en fibra y alta en grasas, ser obeso o diabético, ser fumador, o tomar alcohol en exceso.
El cáncer colorrectal es fácilmente detectable si se llevan a cabo las pruebas médicas adecuadas. La prueba de detección más común es la colonoscopía. En una colonoscopía se utiliza un tubo fino y flexible con una cámara pequeña al final del mismo. Este instrumento se utiliza para visualizar y retratar el interior del intestino grueso y la parte final del intestino delgado. Durante una colonoscopía se inspecciona el estado del colon y del recto, se pueden remover pólipos y tomar muestras de tejido para biopsia.
Otra prueba de detección es la sigmoidoscopía que es similar a la colonoscopia. Sin embargo, esta sólo examina el recto y la parte final del colon. Aquellos que no deseen una prueba invasiva, pueden realizarse una prueba de sangre oculta en sus heces fecales (excreta).
¿Cómo sé si puedo tener cáncer colorrectal? Algunos de los síntomas más comunes incluyen sangrado que proviene del recto, sangre en las heces fecales, dolor abdominal persistente, o pérdida de peso sin intención. Es importante recalcar que el cáncer colorrectal a veces es silencioso, es decir, que no necesariamente se presentan síntomas. Por esta razón, las pruebas de detección temprana son una pieza clave en la prevención y el manejo de esta condición.
En Puerto Rico existe la Coalición de Cáncer Colorrectal, una entidad que busca promover el conocimiento y la prevención de este cáncer en la población puertorriqueña. Esta Coalición comunica constantemente información sobre esta condición debido a que aún la población general no conoce mucho sobre este tipo de cáncer y lo común que es en Puerto Rico.
Si tiene más de 50 años o un historial familiar de cáncer colorrectal, consulte a su médico sobre las pruebas de detección adecuadas para usted. Contribuyamos a esta concientización compartiendo esta información con nuestros familiares y amigos.