La Sociedad Radiológica de Puerto Rico (Socrad) solicitó a Ángela Ávila Marrero, directora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud (ASES), que conceda 90 días para poder analizar el impacto de la propuesta que busca reducir drásticamente los reembolsos que reciben los centros y profesionales que brindan servicios radiológicos y que entraría en vigor hoy viernes 1 de septiembre.
La Socrad expone que como consecuencia de la implementación de dicha propuesta miles de beneficiarios del Plan de Salud del Gobierno y otros pacientes podrían quedar sin acceso a servicios básicos de salud.
La propuesta de reducción en las tarifas de los proveedores es tan drástica que afectaría directamente la manera en la que los profesionales de salud proveen sus servicios al punto de que imposibilitaría a pacientes tener obtener los servicios básicos para la salud como son radiología, ultrasonido, CT y MRI, entre otros.
“Los miembros de la Sociedad Radiológica de Puerto Rico le hacemos un llamado a la directora de la Administración de Seguros de Salud, Ángela Ávila Marrero, a que aplace esta determinación por 90 días con el fin de realizar un estudio para medir las consecuencias de estas nuevas tarifas, y así notificar los efectos de esta determinación. Mientras tanto se garantizarían los servicios a los beneficiarios a la cubierta mínima de servicios de salud. Ávila Marrero ha indicado saber lo valioso que son los proveedores de servicios, de su compromiso y ha realizado un llamado a que todos trabajemos juntos, estamos confiados en que unidos podremos identificar alternativas para garantizar el acceso a servicios de salud de los beneficiarios del Plan de Salud”, expuso el doctor Jorge Vidal, presidente de la Socrad.
Según un comunicado, algunos de los efectos que provocaría la implementación de esta propuesta son:
- Los beneficiarios del Plan de Salud del Gobierno de Puerto Rico quedarían sin acceso a servicios de radiología efectivo el 1 de septiembre.
- No tendrían acceso a los servicios básicos para garantizar su salud y tendrían que emigrar a Estados Unidos para satisfacer sus necesidades.
- Centros que brindan servicios de imágenes cesarían de dar servicios a los pacientes y tendrían que cerrar, ya que estarían perdiendo dinero con cada estudio que realicen.
- Se perderían miles de empleos relacionados con la salud.
- Aumentaría de manera acelerada el éxodo de los médicos hacia Estados Unidos.
Los reembolsos reducidos propuestos por el plan Mi Salud fluctúan entre 40% a 90% por debajo de los reembolsos de Medicare. Las reducciones propuestas a los radiólogos son contrarias a las medidas tomadas por el Gobierno Federal para aumentar los pagos a los proveedores de salud al reconocer que durante los pasados años los abonos de Medicare en Puerto Rico están por debajo de las tarifas establecidas en los Estados Unidos. De acuerdo con el parte de prensa, estas reducciones de las tarifas actuales a los radiólogos tendrían un impacto devastador para los pacientes del país, ya que afectarían directamente la manera en la que los profesionales de salud les proveen sus servicios. Se anticipa que la medida propuesta también aumentaría de manera acelerada el éxodo hacia Estados Unidos de los médicos que actualmente han decido brindar sus servicios en Puerto Rico.
“Nosotros queremos quedarnos en Puerto Rico y dar los mejores servicios a nuestros pacientes, queremos poder invertir en equipo de última tecnología y mantener esos equipos, queremos conservar el empleo de miles de profesionales de la salud, incluyendo tecnólogos y enfermeros que son parte de nuestro equipo de trabajo, y tenemos un compromiso genuino con la salud de Puerto Rico. Las reducciones propuestas son insostenibles para poder continuar brindando servicios de imágenes y especialmente servicios de alta calidad. De implementarse esta propuesta, la población de pacientes en el plan de Salud del gobierno pronto quedaría sin acceso a servicios de radiología”, explicó el doctor Vidal.
Cabe destacar que los estudios de imágenes son imprescindibles para la práctica de la medicina moderna y que casi ningún diagnóstico o manejo de los pacientes a diario podría ocurrir sin que el mismo se confirme a través de algún tipo de estudio de imágenes.
“Sin radiólogos no podrían funcionar los Centros de Trauma ni se podría ofrecer cuidado agudo a los pacientes de nuestra Isla. La disminución en tarifas afectaría irreversiblemente la viabilidad económica de muchos centros ambulatorios y hospitales que eventualmente tendrían que cerrar, limitando más aún, el acceso a servicios de salud que los puertorriqueños se merecen. Esto a su vez, afectará a todos los pacientes de Puerto Rico, no solamente a los pacientes de reforma”, explicó el doctor Gory Ballester, presidente electo de la Socrad.
Los gastos operacionales de los centros de imágenes son millonarios pues requieren una alta inversión en tecnología avanzada para la realización de estudios. Ya que el mantenimiento de estos equipos es costoso. A esto, hay que añadir el costo de materiales y medios de contraste y radiofármacos que aumentan todos los años, y otros gastos operacionales como el alto costo de la energía eléctrica, agua, seguros y acreditaciones. A su vez, los empleados que laboran en estas facilidades que cerrarían o limitarían sus servicios perderían sus empleos incluyendo el personal médico, enfermeros, tecnólogos, sonografistas y personal clerical, entre otros.
Durante los últimos años, 22 centros de radiología han cerrado operaciones dado las reducciones en los reembolsos a los proveedores. Cada centro que cierra operaciones implica la pérdida de miles de empleos y aumenta el éxodo de médicos hacia los Estados Unidos, según datos de la Socrad.
Diálogo buscó una reacción de la directora ejecutiva de ASES, pero los esfuerzos fueron infructuosos.