Un tema harto discutido en diversos foros concernientes a las misiones del Movimiento Cooperativista de Puerto Rico, es, sin duda alguna, la educación. Se hace énfasis en que esta educación sirva como promoción del modelo solidario y los valores que sustentan al cooperativismo para que sea agente de mejoramiento social. La Escuela Martín García Giusti parece ser uno de los escenarios ideales para cumplir con este propósito, ya que sirve de incubadora de un proyecto piloto que persigue establecer escuelas cooperativas alrededor de la Isla. Aunque lleva sólo meses inscrita como cooperativa, esta escuela, ubicada en el Barrio Pájaros de Toa Baja, es el resultado de sobre dos años de trabajo para lograr la conversión del plantel en una cooperativa y, a su vez, la conformación de una cooperativa de maestros. El representante del distrito de Toa Baja, Betito Márquez García, fue quien propulsó esta iniciativa basada en el modelo estadounidense de las EdVisions Schools Cooperatives, un concepto educativo que surge en Minnesota en 1992 dentro del sistema de educación, y que según explicó, “permite que los maestros asuman liderazgo y tomen las riendas de lo que sucede y cómo sucede en su entorno escolar”. A pesar de la renuencia de algunas otras escuelas del distrito, la administración de Escuela Martín García Giusti acogió con beneplácito la propuesta, ya que según la directora escolar, Migdalia Orengo, muchos ya tenían nociones sobre el cooperativismo y sus beneficios. “Nos enamoramos inmediatamente del proyecto”, observó. El cambio, subraya la también maestra, ha sido uno paulatino, sin embargo ya ha rendido notables frutos. “Estamos en pininos, pero ya los maestros son socios y ya comenzamos a trabajar con la fuerza voluntaria. Hace poco celebramos el décimo aniversario de la escuela y la cooperativa se involucró completamente en eso”, señaló Orengo, añadiendo además que la escuela cuenta con el respaldo de la comunidad, incluyendo los negocios aledaños y el municipio.
Claro está, aunque el currículo de la escuela debe cumplir con los requerimientos del Departamento de Educación (DE), tanto el representante como la directora escolar coinciden en que la filosofía cooperativista debe estar presente, no tan sólo en clases que traten sobre el cooperativismo, sino integrada a cada uno de los cursos. “Se pretende, para agosto que viene, que los principios y valores cooperativistas se desarrollen en todas las materias; que se integren, que los estudiantes los aprendan y que los vivan”, explicó la directora. Por otra parte, a pesar de que parece haber un choque en algunos puntos entre la ley 149 del DE, que rige las escuelas, y la ley 239 de Sociedades Cooperativas, para resolver posibles contradicciones, la escuela comenzó operando como una cooperativa de maestros. “No obstante, hoy día puedo decir que ya me reuní con el actual secretario de educación, Carlos Chardón, y él está viendo con buenos ojos trabajar como proyecto piloto las escuelas cooperativas y trabajarlo bajo el P. de la C. 1622”, declaró el representante, quien también preside la Comisión de Educación y de Organizaciones Sin Fines de Lucro y Cooperativas. Este proyecto, el cual crearía la “Ley Especial para la Creación de Escuelas Especializadas y Operadas como Cooperativas”, propone, entre otras cosas, que sea política del Gobierno lograr una divulgación más eficaz de la filosofía cooperativista, así como la creación de un ambiente favorable para el desarrollo y fomento de la misma dentro del sistema de educación público, con el fin de lograr un currículo general más atractivo y creativo. “Si estamos hablando de rescatar unos valores, pues tenemos un modelo ahí extraordinario, que crea líderes para el futuro, que le da el elemento democrático. Tenemos que ofrecer lo que es requerido ofrecer, pero tenemos que ser creativos”, arguyó Márquez García a favor del proyecto.