Como los fondos para la lucha contra el cambio climático han brillado por su ausencia, la Cumbre del Planeta, realizada en Francia esta semana, subrayó la necesidad de que gobiernos y empresarios hagan sus contribuciones.
“No avanzamos lo suficientemente rápido”, señaló el presidente francés Emmanuel Macron, quien organizó la cumbre junto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial.
El momento “es ahora”, subrayó.
La aseguradora francesa AXA anunció su plan de destinar 12,000 millones de euros (unos 14,106 millones de dólares) a inversiones verdes para 2020 y desinvertir 2,400 millones de euros (2,821 millones de dólares) de actividades relacionadas con hidrocarburos.
Por su parte, el Banco Mundial subrayó que financiará proyectos de iluminación callejera en India, atender la “erosión costera, inundaciones y adaptación al cambio climático” en África occidental, de desarrollo de plantas geotérmicas en Indonesia y en el Pacto de Alcaldes para un nuevo “Programa de Resiliencia de Ciudades” (CPR).
“En los próximos tres años, el CPR movilizará 4,500 millones de euros (5,290 millones de dólares) en préstamos del Banco Mundial para catalizar fondos públicos y privados para asistencia técnica, cofinanciación de proyectos y mejoramiento de créditos”, explicó el presidente de la institución Jim Yong Kim.
“Será como un banco de inversiones para que las ciudades estructuren sus programas para atender sus vulnerabilidades en materia de cambio climático”, explicó.
Kim también anunció que dejará de financiar actividades de gas y petróleo después de 2019, pero aclaró que en circunstancias excepcionales, se tendrán consideraciones sobre la contribución de fondos en los países más pobres, donde hay un claro beneficio en materia de acceso a la energía.
El Banco Mundial señaló que se encamina a cumplir su objetivo de que el 28% de sus fondos se destinarán a acciones climáticas para 2020.
Esta Cumbre del Planeta, realizada dos años después de la histórica conferencia en que se pactó el Acuerdo de París, procuró promover la adecuada financiación de programas de adaptación y mitigación climática, comentaron algunos analistas, aunque otros consideran que no es más que un ejercicio de relaciones públicas.
“El progreso tecnológico ya reveló la falsedad de que la respuesta al cambio climático es malo para la economía”, puntualizó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Los fondos pueden, deben y serán un factor decisivo”, acotó.
Uno de los impulsores de la cumbre fueron los pequeños estados insulares, golpeados por huracanes y otros desastres.
Los representantes del Caribe anunciaron el lanzamiento de un plan de inversiones de 8,000 millones de dólares para crear la primera “zona climáticamente inteligente” del mundo, la cual lleva el nombre de Coalición Climáticamente Inteligente del Caribe.
Los organismos participantes en el encuentro fueron el Banco Interamericano para el Desarrollo, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo del Caribe y organizaciones privadas.
Haití es una “zona muy frágil”, subrayó el presidente haitiano Juvenel Moȉse.
“Llamo a todos los aquí reunidos que se unan a Haití”, urgió Sean Penn, también presente, quien contó cómo se involucró con ese país caribeño tras el devastador terremoto de 2010.
Por su parte, Canadá y el Banco Mundial dijeron que ayudarían a los pequeños estados insulares en desarrollo a expandir su infraestructura de energía renovable para mejorar su acceso a la energía y para disminuir la contaminación.
Al margen de la cumbre, organizaciones como el Club de Financiación para el Desarrollo Internacional, que reagrupa a 23 bancos internacionales, nacionales y regionales para el desarrollo, subrayaron su “flujo financiero verde”.
La institución señaló que en 2016, los miembros realizaron nuevos compromisos que ascendieron a 173,000 millones de dólares, un aumento de 30,000 millones respecto de 2015.
La víspera de la cumbre se bautizó el Día de la Financiación para el Clima, que coincidió con el 20 aniversario del Protocolo de Kyoto.
Los muchos años de negociaciones crearon un marco para que todos los sectores de la sociedad puedan actuar, pues los gobiernos “no pueden hacerlo solos”, señaló Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
La Agencia Francesa para el Desarrollo suscribió un acuerdo con Mauricio, Níger, Túnez e Islas Comoras, en el marco la iniciativa Adapt’Action Facility.
Con 30 millones de euros para los próximos años, Adapt’Action Facility busca “acompañar a 15 países en desarrollo particularmente vulnerables al impacto del cambio climático en la implementación del Acuerdo de París en materia de adaptación”, subrayó la agencia.
En el contexto de la cumbre, Níger denunció los graves problemas que soporta, como la desertificación, y este país se menciona como ejemplo de que Francia no hace mucho por sus excolonias; los analistas cuestionan si eso cambiará realmente con Macron.
Por su parte, la Unión Europea señaló que el Plan de Inversiones Exteriores se creó para movilizar unos 44,000 millones de euros para “asociar países de África y la UE” para 2020.
El plan procura “contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a la vez que atiende algunos causas de raíz de migraciones”, según la UE.
En lo que respecta a Asia Pacífico, los delegados presentes comentaron que las acciones tomadas por los países de la región fueron “alentadores”.
Entre los jefes de Estado estaban el primer ministro de Bangladesh y de Fiyi, quienes relataron algunas iniciativas climáticas. El fiyiano Frank Bainimarama comentó que su país estaba entre los estados emergentes que ofrecían bonos verdes.
La diversidad de países representados hizo que la ausencia de Estados Unidos se sintiera. Como el presidente Donald Trump anunció a principios de este año que su país se retiraría del Acuerdo de París, no lo invitaron, explicaron funcionarios franceses.
Había otras figuras conocidas en el ambiente como el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el exgobernador de California y actor Arnold Schwarzenegger, el fundador de Microsoft, Bill Gates, y el exsecretario de Estado estadounidense John Kerry.
Bloomberg señaló que las empresas toman medidas “responsables” porque los inversores quieren destinar fondos a compañías cuidadosas del ambiente.
Pero las organizaciones no gubernamentales consideran que no se hace lo suficiente y que la cumbre terminó siendo más de lo mismo.
“Si los gobiernos y las empresas son sinceras en su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París, dejarán de financiar proyectos de energías sucias y dañinas y aceptarán su responsabilidad de destinar fondos públicos para a atender el cambio climático, en vez de dejar que las empresas dicten la agenda”, observó Meena Raman, de la Red del Tercer Mundo.