Entre protestas y huracanes hemos tenido un año difícil. Pero también tuvimos el cine para distraernos y mantenernos cuerdos. ¡Y qué año en el cine! Entre la intriga de The Killing of the Sacred Deer, el poder en display en Wonder Woman, el comentario racial de Get Out, la relación dolorosamente honesta entre madre e hija en Lady Bird, Gil E. Rivera y yo, Peter Quiles, tuvimos la difícil tarea de escoger las cinco mejores películas del 2017.
Baby Driver
El mejor musical del 2017 es Baby Driver. En realidad, es catalogado un filme de acción, pero por su brillante rítmica en la edición, merece ser un musical. El filme, dirigido y escrito por Edgar Wright, también juega con la audiencia al incluir problemas de audición a su protagonista Baby (Ansel Elgort). El espectador podía sentir sus limitaciones gracias a la edición y mezcla de sonido. El filme, en sí, es el oído de Baby.
Como todo, el filme pudo ser mejor si hubiera seguido este patrón musical hasta el final. No obstante, Baby Driver entra en mi lista por el maravilloso montaje de video musical, combinado con la acción que nos otorgó el editor y los sonidistas, y esa hazaña técnica hay que reconocerla. (G.R)
Detroit
Katherine Bigelow no es la primera persona que viene a la mente cuando hablamos de filmes sobre tensión racial, abuso policíaco y el sistema legal, pero el resultado es una experiencia imprescindible y con el poder de cambiar nuestras perspectivas y vidas.
Bigelow dirige con la misma ferocidad y detalle realístico que usó en sus aclamadas películas de guerra The Hurt Locker y Zero Dark Thirty. Tristemente, el filme no fue popular con las audiencias y muchos críticos la encontraron muy violenta. Confieso que el abuso policíaco se simula al punto que se vuelve intolerable, pero es por eso mismo que recalco y escojo a Detroit como una de las mejores películas del año.
Detroit es una experiencia dolorosa que nos hace entender como sufrieron las víctimas del incidente en el Hotel Algiers, y cómo sufren las personas cuando se enfrentan a un sistema de justicia corrupto. (P.Q)
Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
La comedia más oscura del año también es la mejor. El filme sobre una mujer, cuya hija fue asesinada y violada, es muy trágico para ser una comedia y demasiado cómica para ser una tragedia.
Frances McDormand es extraordinaria interpretando a la protagonista, Mildred Hayes, pero es Martin McDonagh –y su libreto– quien se gana nuestro aplauso por haber escrito personajes tan complejos y presentar temas tan serios de una forma tan creativa. Es un filme fenomenal que utiliza el diálogo sarcástico, y el humor negro para llevarnos a cuestionar la existencia de la justicia. (G.R & P.Q)
Logan
Aunque Logan no ha tenido reconocimiento en diversas premiaciones, el filme es lo mejor en el género de superhéroes. ¿Por qué? Es una película heroica para adultos y con grandes escenas de acción. El director James Mangold logró enfocar la narrativa a una madura historia sobre el sacrificio y sufrimiento de un héroe. El mismo es sustentando por la gran cinematografía que nos recuerda a un clásico del género Western.
Además, marcó el final de Hugh Jackman en el papel de “Wolverine” con una de las mejores actuaciones en su carrera. Añado que su papel se complementa con la excelente actuación de Patrick Stewart, como el Profesor X, y la introducción salvaje de Dafne Keen como Laura.
Soy amante de las películas basadas en superhéroes de cómics, pero tengo la certeza de que, en algún momento, este tipo de películas dejara de producirse en la pantalla grande. Por lo menos, lograron mostrar otro ángulo para este género que pocas veces progresa. Logan es un filme con un gran corazón heroico. (G.R)
Dunkirk
De un fracaso histórico, Christopher Nolan creó una obra magnifica, Dunkirk. El filme sobre la Operación Dinamo y el desalojo de las fuerzas británicas de las playas de Francia durante la Segunda Guerra Mundial es un logro en el género de películas de guerra. Nolan fragmenta la narrativa e intercala una semana de esfuerzos terrestres, un día de esfuerzos marítimos y una hora de esfuerzos aéreos.
El resultado es una película de sobrevivencia, no una película de batalla tradicional. Con la ayuda de la banda sonora estelar Hans Zimmer y un elenco fantástico de actores británicos, Nolan crea escenas tan tensas que solo se pueden comparar con el maestro, Alfred Hitchcock.
Dunkirk es un filme que además de asombrarnos con un majestuoso dominio de las técnicas fílmicas, nos enseña que aunque fallemos y perdamos una batalla, nos podemos levantar y ganar la guerra. Creo que ese es el mensaje que cada puertorriqueño debería internalizar y usar como inspiración el próximo año. (P.Q)