Los cuentos estaban listos. Los estudiantes ya sabían su tarea. En grupos de dos o más, caminaron al baño escogido y en las paredes escribieron sus historias, como parte del trabajo final de un curso de microcuentos.
“Nosotros sabemos que la gente aquí lee mucho. Sobre todo en este baño, no sabemos por qué. Y queremos compartir con ellos [los lectores del baño] el trabajo que hicimos con los microcuentos en [la clase] Español 4020”, comentó la escritora y profesora Mayra Santos Febres, quien dirige el curso de microcuentos en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras.
Santos señaló que, en conjunto con sus estudiantes, decidió tomar el baño como lienzo puesto que la literatura no debe estar del todo socialmente sancionada. “Hay una ley que dice que tú no puedes poner anuncios políticos en las calles del país y [esa ley] se rompe todo el tiempo. Nadie dice nada, pero cuando los artistas tomamos espacios públicos para hacer arte público, de repente se vandaliza”, dijo la escritora, refiriéndose a la ley Uniforme de Rótulos y Anuncios de Puerto Rico (Ley 355-1999).
Dicha ley regula los anuncios y rótulos en las carreteras, estableciendo una serie de autorizaciones —otorgadas por la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE)— para la publicación de cualquier propaganda en la vía pública.
Según la ley, los siguientes rótulos y anuncios no están permitidos: rótulos y anuncios abandonados —según lo planteado por la ARPE— rótulos o anuncios en vehículos estacionados en o cerca de la carretera, con el propósito de anunciarse. De igual forma, no son permitidos los anuncios cuya ubicación obstruya el campo visual de los conductores sobre la carretera, así como aquellos rótulos que por su pequeñez no puedan ser leídos por los conductores que viajan a la velocidad establecida.
“Cuando se escribe literatura [en las paredes] la gente dice que se está dañando el espacio público, lo mismo pasa con el grafiti, que muchas veces son grandes obras de arte”, afirmó Santos Febres, quien se declaró ávida lectora de los baños de la Universidad.
“[En los baños] yo me entero de las películas que se ven, de las recomendaciones de libros, oigo, leo por dónde va el pulso de cómo se utiliza la palabra libre u ofensiva en el país y eso me alimenta como lectora, porque no tan solo de Shakespeare vive un escritor”, confesó la profesora.
El reglamento general de la Universidad de Puerto Rico (UPR) establece como motivo de sanción en su artículo 35 sobre acciones disciplinarias el “pintar, imprimir, mutilar o causar daño a las paredes, columnas, pisos, techos, ventanas, puertas o escaleras de los edificios o estructuras de la UPR mediante rótulos, pasquines, leyendas, avisos”, entre otros.
“La comunidad de la IUPI, que yo sé que tiene muchos escritores, pues vean, pidan espacios, tomen espacios para que esos textos puedan ser sacados de las gavetas, y de las computadoras, y de las pantallas de los celulares”, agregó Santos Febres, invitando a todas las personas que tienen microcuentos a utilizar los espacios públicos para que así todos podamos leerlos.