El aumento de los asesinatos –150 en poco más de dos meses, con una proyección de 835 para cuando termine el 2018, 159 más que en el 2017– ha llevado a que el nombre del secretario de Seguridad Pública se escuche frecuentemente. De Héctor Pesquera no solo se ha puesto en duda su capacidad para atender la criminalidad: también se ha debatido mucho su alto salario.
Cuestionado recientemente sobre si se le debe pagar un sueldo de $248,500 anuales, Pesquera respondió: “Es el salario que necesito para sobrevivir”.
Más allá de que sí, que esa fue su contestación, lo que captura la atención de su respuesta fue que utilizara la palabra “sobrevivir”. Esta se define como “vivir con escasos medios o en condiciones adversas”.
En Puerto Rico, donde el 45% de la población –y que con el huracán María se estima que aumentó a 52.3%– vive bajo el nivel de pobreza, Héctor Pesquera necesita $248,500 para “sobrevivir” –vivir con escasez, a duras penas, como si no le diera–.
La lista de todo lo que podría hacerse con $248,500 es larga. ¿Pero qué es “sobrevivir” en esta isla? ¿Quiénes sobreviven en ella? Esa lista también es larga.
Los universitarios que muchas veces no tienen ni para comer, sobreviven. Los niños a quienes sus padres ni siquiera pueden llevarlos al cine, sobreviven.
La clase trabajadora cuyas necesidades aumentan mientras sus ingresos disminuyen por el aumento en el costo de la vida y de los impuestos, sobrevive. Los jubilados cuyo retiro no les da para vivir y tienen que buscar un trabajo a medio tiempo o decidir si comprar medicinas o comida, sobreviven. La misma supervivencia que ahora está amenazada con un recorte de 10% para los empleados retirados del gobierno.
Las familias que esperan por el dinero de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para poder construir un hogar –o reconstruirlo, si eso fuera una posibilidad– sobreviven. El gobierno ha estimado que 472,000 viviendas se destruyeron o sufrieron daños graves por el paso de María.
Desconozco si el secretario ha experimentado lo que es vivir bajo estrechez económica. Sí sé que hace mucho tiene el privilegio de ganar un buen salario, el mismo que lo tiene bien lejos de conocer siquiera lo que la escasez significa; lo que “sobrevivir” significa.
Su respuesta es una bala de insensibilidad para las miles de familias que intentan vivir en un país cada vez más invivible, considerando cada hora si se quedan o si se van; para los que aún no tienen agua; para los que residen en pueblos montañosos y llevan más de seis meses sin energía eléctrica; para los que tienen que salir de la isla porque no encuentran trabajo –la tasa de desempleo está en 10.9%–; y para los ancianos que no pueden costear sus tratamientos. En fin, para el 52% de la población.
En Puerto Rico, donde el salario promedio anual es de $20,078, usted, Pesquera, no necesita $248,500 para “sobrevivir”. Recuerde que la insensibilidad también es una forma de asesinato.