Preocupados por la aparente falta de transparencia del plan fiscal universitario, así se mostraron algunos integrantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Utuado consultados por Diálogo con respecto a los cambios propuestos para esa institución en el documento que sometieron recientemente las autoridades universitarias ante la Junta de Control Fiscal (JCF).
“Hay un sentir generalizado de que a nosotros no se nos ha consultado directamente para esos efectos”, expresó la profesora del Departamento de Tecnología Agrícola, Marisol Dávila Negrón, quién además es senadora académica.
“A la facultad de Utuado, ni al sector estudiantil, se le consultó para esta reestructuración”, sostuvo.
El plan fiscal revisado aprobado por la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico el 20 de marzo plantea que se busca satisfacer la responsabilidad monetaria de la institución, manteniendo así su integridad y estabilidad financiera.
Sus medidas incluyen: aumentos escalonado en el costo del crédito subgraduado, de maestría y de doctorado, la contemplación de operar la universidad en cuatro o cinco recintos, aumentos a cuotas, cargos estudiantiles y monetización de patentes, entre otros.
Como parte de la medida basada en adoptar un modelo de conglomerados, se menciona específicamente el caso de Utuado.
Según el plan fiscal revisado entregado a la Junta de Control Fiscal y traducido voluntariamente por el profesor sin plaza del Programa de Traducción del Recinto de Río Piedras, Alejandro Álvarez, el campus de Utuado “se concentrará en una plataforma agrícola. Utuado se transformará de un recinto regular a la Sede de todos los estudios en agricultura”, del Recinto de Mayagüez para el año fiscal 2020, eliminando sus programas subgraduados.
Dávila Negrón resaltó que ella, al igual que otros miembros de la comunidad universitaria de Utuado, mantienen una buena relación con el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Destacó que estaría dispuesta a colaborar académica y profesionalmente con ellos en cualquier forma, siempre y cuando Utuado preserve su carácter de unidad académica y no se convierta en una extensión del RUM.
“Lo que yo no puedo permitir es que se cierren los programas académicos de Utuado, porque Utuado ha sido creado para ofrecer un servicio especial a esta región”, advirtió.
“En términos generales, estamos interesados en que se mantengan las labores académicas… Nosotros fuimos creados para ofrecer educación a nivel universitaria en la región central de la Isla, que se entiende que en esta zona, el acceso a todas las universidades que ya estaban creadas, era muy difícil”, anotó.
“Nosotros somos, de todas las unidades de UPR, la que más por ciento de estudiantes tiene de primera generación. O sea, que son los primeros en ir a la universidad de toda su familia y eso para nosotros es un ‘must’, que se debe enclavar y decidir como de importancia en este recinto. Nosotros tenemos programas académicos únicos en agricultura que no se comparan a los programas de Mayagüez”, planteó la catedrática.
Otro que manifestó su inconformidad por la forma en que se elaboró el plan para la restructuración de la universidad utuadeña fue el director del Departamento de Ciencias Naturales de esa institución, Javier Lugo Pérez.
“No tenemos conocimiento sobre los parámetros y las métricas para las decisiones que están proponiéndose. Hubiese sido más deseable que esas ideas se hubiesen discutido con los diferentes componentes de la comunidad universitaria para ver la opinión”, indicó.
Aunque Lugo Pérez opinó que los cambios son necesarios y que la Universidad tiene que ver esta situación como una oportunidad para transformarse y adaptarse, su preocupación recae principalmente en la falta de transparencia.
“Hay bastante desconfianza en ese proceso [de analizar los cambios adecuadamente] y eso es lo que tiene a uno un poquito ansioso, pero yo entiendo que sí, la universidad tiene que cambiar y los cambios hay que verlos como una oportunidad. Profesionalmente, yo entiendo que pueden ser para bien o para mal, dependiendo de cómo se implanten y se analicen los cambios”.
Lugo Pérez dijo estar de acuerdo con la creación de conglomerados. “Yo creo que hace tiempo la Universidad debió haber empezado a trabajar como un sistema y no como 11 unidades. Así que por ese lado, yo creo que es bueno que comencemos a trabajar como una sola universidad. El problema es que el esfuerzo se queda como que a mitad”, opinó.
“Tal vez el proceso debió haber sido ‘pues mira, vamos a empezar a integrar a la facultad en general, no solo a estos grupos’, para hacer integración del sistema completo. Pero ahora mismo están proponiendo que simplemente unos recintos van a estar bajo las administraciones de otros sin explicar exactamente cuáles son los impactos en los programas”, observó.
También considera que debe haber algún aumento en el costo de los créditos. “De que hay una necesidad de un aumento, yo entiendo que tiene que haber un aumento porque el costo de vida ha aumentado, la Universidad se está quedando sin recursos, hay menos dinero en el recinto del gobierno, pero yo creo que se tiene que reevaluar bien cuál es el impacto, hasta cuánto se podría, que a lo mejor se hizo, pero otra vez, con lo que se ha presentado no es muy claro”, indicó.
El profesor planteó que la falta de transparencia da lugar a las dudas y especulaciones. Entiende que hace falta la divulgación de las ideas, de los procesos a llevarse a cabo y del plan en sí.
“Simplemente se menciona un plan, que realmente lo que hemos visto es una presentación, no es un plan, y esa presentación pues ni siquiera se presentó a la comunidad, sino que se presentó a los medios de comunicación y lo hemos visto a través de los medios, pero no hemos visto el documento. Esperemos que haya un documento que sea mas comprensivo”, esbozó.
De otro lado, el estudiante Jerrel Espaillat, del departamento de Ciencias Naturales, dijo estar impactado por la reforma propuesta. Su preocupación principal yace en que él, al igual que muchos estudiantes, no cuentan con los recursos para moverse a otra institución para completar su bachillerato.
“Es algo bien frustrante para nosotros los estudiantes que no tengamos voto [sobre el plan fiscal]. No toman en consideración nuestras voces, nuestras opiniones”, lamentó.
Diálogo intentó comunicarse con la delegada de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la UPR Utuado pero se informó que se encuentra de vacaciones. Por su parte, el decano de estudiantes de esta unidad estuvo indispuesto para una entrevista al momento de publicación, al igual que el representante estudiantil del campus ante la Junta Universitaria.