Trabajadores de los sectores público y privado se manifestaron ayer desde las 4:00 p.m. frente al Departamento del Trabajo en contra de la reforma laboral propuesta por el gobernador Ricardo Rosselló.
Hasta el piquete en Hato Rey llegaron miembros de los Servidores Públicos Unidos (SPU), la Unión General de Trabajadores (UGT), el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT), la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (Heend) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), entre otras uniones.
A los obreros y obreras también se unió la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, quien dijo a Diálogo que “la reforma laboral, la eliminación de recintos en la UPR y la baja de pensiones a los retirados, son un asalto al país”.
En el caso de la reforma laboral —que aún no ha pasado el cedazo de la Asamblea Legislativa— se propone la eliminación del bono de Navidad, una reducción en los días de vacaciones de los empleados públicos y privados a solo siete al año, así como aumentar el salario mínimo 50 más en el 2019 ($7.75) y llevarlo a $8.25 para el 2021.
La propuesta de Rosselló también derogaría la Ley 80 de 1976 que protege a los trabajadores contra despidos injustificados.
“Nos miran como mercancía, no como trabajadores que sostienen el país”, expresó el presidente de la Heend, José Torres.
Durante la demostración —que se extendió hasta cerca de las 6:00 de la tarde— los cientos de manifestantes coreaban consignas como “obreros unidos jamás serán vencidos”.
El piquete fue custodiado por una amplia presencia policiaca con equipo antidisturbios incluyendo la unidad motorizada y la unidad de ciclistas.
“Los trabajadores de este país merecen respeto. Los trabajadores de este país están levantando a Puerto Rico día a día. ¿Por qué el gobierno se ensaña en contra de los que trabajamos?”, manifestó Annette González de Servidores Públicos Unidos en su mensaje de cierre.