A solo 55 días para que inicie la próxima temporada de huracanes, Puerto Rico no está listo para enfrentar algún fenómeno atmosférico como los que azotaron al País el pasado año.
A esa conclusión llegaron la meteoróloga Ada Monzón y el profesor y geógrafo Pablo Méndez durante la conferencia Cambio Climático: Lecciones aprendidas tras el paso del huracán María realizada el pasado miércoles en el marco de la semana de la Salud Pública en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Según Monzón, de las aproximadamente 1.2 millones de viviendas establecidas en Puerto Rico, cerca de 85,000 familias no tienen casas seguras para enfrentar la próxima temporada de huracanes. En datos concretos, la meteoróloga indicó que se estima que 300,000 casas tuvieron daños parciales tras el paso del huracán María el 20 de septiembre de 2017. Asimismo, a juicio de Monzón, entre 80,000 y 90,000 familias perdieron totalmente sus hogares a causa del fenómeno atmosférico.
Igualmente, el profesor Méndez sostuvo que la infraestructura del país está en un estado crítico, envejecida y obsoleta. Monzón añadió que también las casas construidas con bajos recursos en las zonas costeras no cumplen con los códigos de construcción.
“Yo temo que, si se anuncia otro huracán en esta temporada, el éxodo será masivo, porque no hay muchas personas que van a tolerar psicológicamente otro evento catastrófico”, dijo la experta.
De acuerdo con números del Negociado de Estadísticas de Transporte de Estados Unidos, alrededor de 168,000 puertorriqueños salieron del país entre septiembre y noviembre de 2017 luego del paso de María.
Este factor se agravaría, dijo Monzón, ya que ha quedado demostrado que no hay “la parte económica ni la velocidad” para ayudar a la ciudadanía a recuperar sus casas.
Méndez coincidió al esbozar que el huracán también evidenció que el País no cuenta con una logística adecuada para enfrentar este tipo de eventos. A modo de ejemplo, mencionó la escasez de suministros que hubo semanas después de María que también atribuyó al impuesto sobre el inventario en los comercios.
Indicadores de una temporada intensa
Por otro lado, Monzón indicó que la ausencia significativa del polvo del desierto del Sahara y las lluvias excesivas en la isla son indicadores importantes de que la próxima temporada de huracanes será difícil.
La meteoróloga explicó que un evento de lluvia de tres pulgadas traerá serios problemas ya que los terrenos están y seguirán inestables.
Para ambos expertos, estos indicadores se unen a las muestras que ha estado ofreciendo el cambio climático y que han redundado en el surgimiento de ciclones mucho más intensos.
Aun sabiendo que la temperatura sigue aumentando por consecuencia del cambio climático en Puerto Rico y en el mundo, Méndez afirmó que los gobiernos, como el del presidente Donald Trump en Estados Unidos, han politizado los problemas del calentamiento global por intereses económicos.
“Siempre hay agendas políticas en las cuáles están tratando de minimizar la importancia del tema para poder mantener un sector económico pudiente en los altos niveles políticos y económicos”, puntualizó.
En Puerto Rico, el cambio climático se ha hecho palpable mediante los eventos atmosféricos extremos que surgieron en los últimos seis años. El País enfrentó una sequía que duró desde 2013 al 2015; olas de calor en 2012 y 2013; precipitaciones extremas en 2013; los huracanes Irma y María, ambos categoría cinco, en 2017; e inundaciones costeras a causa de marejadas históricas en marzo de este año.
A pesar de estos sucesos atmosféricos, ambos peritos opinaron que en Puerto Rico no se han tomado las medidas necesarias para la seguridad de las personas.
Por esta razón, Monzón propuso que se den clases de salud pública en las escuelas, educar a las personas para que se preparan ante los retos climáticos y aprender de los eventos catastróficos que se han enfrentado como medidas para mitigar eventuales sucesos como los del pasado septiembre.
Por su parte, Méndez fue más específico al recomendar que se instalen boyas digitales que registren estos eventos en lugar las que están en los canales de navegación, ya que estas no aguantaron el impacto de los huracanes.