Todos y cada uno de los estudiantes de la Facultad de Educación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) que se presentaron a las Pruebas de Certificación de Maestros (PCMAS) el pasado año, la aprobaron.
“Estos resultados reconocen la calidad de enseñanza de esta facultad, donde formamos a los profesionales de primera en el área del magisterio en nuestro país, y reafirman ante otras instituciones universitarias que el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) continúa siendo el centro de mayor excelencia en la isla”, expresó la decana interina de la facultad, doctora Mayra B. Chárriez Cordero mediante un parte de prensa.
Estas pruebas son un requisito para los candidatos obtener la Certificación de Maestros del Departamento de Educación de Puerto Rico, exigencia gubernamental para ejercer dicha profesión en el país.
Fueron 88 los estudiantes que aprobaron tanto las PCMAS General, que incluye los conocimientos fundamentales de la educación general universitaria y las competencias profesionales de los programas de preparación de maestros, como las PCMAS Especialidad que constan de cinco pruebas en las materias de español, inglés, matemáticas, ciencias e historia/estudios sociales.
Por otra parte, los resultados que obtengan los egresados de cada institución son utilizados para clasificar a la universidad y sus ofrecimientos académicos de preparación magisterial. En el caso de la UPRRP, sus programas figuran actualmente en la categoría más alta: Ejemplar.
“En momentos en que estamos próximos a la visita de acreditación del Council for Accreditation of Educator Preparation (CAEP), este logro muestra de manera contundente la excelencia de nuestros programas”, afirmó Loida Martínez Ramos, decana asociada de Asuntos Académicos de la Facultad de Educación.
Sin embargo, estos 88 profesionales que tomaron la prueba en el 2017 y que ahora se insertan en las aulas educativas del país y el mundo, han sobresalido en muchos aspectos más allá de la academia.
Tal es el caso de Karen Rosario Ortiz, quien se destacó considerablemente a lo largo de su bachillerato, recibiendo en el 2017 el Premio Doctor Roberto Morán, otorgado anualmente al estudiante más sobresaliente en el campo de la Educación Especial, y la Beca Presidencial Harry S. Truman por su propuesta sobre un programa tutorial para estudiantes con pérdida auditiva en los niveles elemental e intermedia.
Por otra parte, la argentina de nacimiento Georgina Nifosi Sosa, se graduó en el 2017 del Programa de Bachillerato en Enseñanza de Inglés a Hispanoparlantes en el nivel elemental. No obstante, además de haber culminado su grado con 4.00 puntos, la puertorriqueña de corazón se destacó durante todos sus años de estudio por su creatividad, dedicación y compromiso.
Además de haber recibido varios reconocimientos por su excelencia académica, tales como el Premio Joseph Kavetsky, la Medalla de Inglés Elemental y el Premio Eugenio María de Hostos, Nifosi Sosa sobresalió durante su práctica docente por el uso de técnicas no convencionales para enseñar. Preparó sus clases integrando sus dotes artísticos, teatrales y musicales, cautivando a sus alumnos y motivándolos a aprender el inglés de forma amena y divertida.
“Es importante utilizar técnicas no convencionales, porque la educación no es un libro cerrado. Utilizamos, como maestros, todas las herramientas que estén a nuestro alcance para lograr que los estudiantes lleguen a sus metas y para enseñar, bajo un currículo oculto, que se debe siempre intentar todo antes de renunciar”, afirmó la ahora maestra.
La pasión por la educación y el magisterio es un sentimiento que predomina entre estos egresados de la Facultad de Educación del recinto riopedrense. Así lo sostiene Rafael Alonzo Arias, quien se graduó el pasado año del bachillerato en Artes de Educación Secundaria en el Área de Español y estuvo entre las puntuaciones más altas en las PCMAS.
“Mi motivación por enseñar siempre ha sido y es transformar al otro. La educación despierta y enciende en el individuo el deseo y la pasión por querer cambiar el estado actual de la sociedad. La educación nos enseña a defender lo justo y el bien común, otorgándole al individuo dos cosas fundamentales en los tiempos actuales: conciencia social y empatía por el otro”, puntualizó.
A pesar de que son varios los egresados que deciden partir al extranjero, el amor y compromiso que tienen por Puerto Rico queda evidenciado a través de su labor profesional. Tal es el caso de Nifosi Sosa, quien diseñó en su escuela una unidad temática acerca del archipiélago puertorriqueño y los efectos del paso del huracán María y, hasta organizó una actividad de recolección de bienes para los damnificados.
Por su parte, Alonzo Arias lleva a la UPRRP y su Facultad de Educación siempre presente, al designar un espacio en su salón de clases en el que coloca el logo del recinto riopedrense y una imagen de su emblemática torre: “Cada vez que mis ojos se posan en este rincón, me da cierta nostalgia. La Facultad de Educación me dio la oportunidad de amar a la UPRRP y a donde quiera que voy, digo con orgullo que soy egresado de ella”.