Con el propósito de fomentar el método científico y la interacción social, el Centro de Desarrollo Preescolar de la Administración Central (Cdpac) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) organizó recientemente una pequeña feria científica en donde los niños expusieron sus proyectos.
Entre los trabajos producidos bajo el concepto STEM, por los infantes entre tres y cuatro años de edad, estaban la cueva de Cdpac, un túnel y una casita de colores, un castillo de flores, un sube y baja, una piscina de pájaros, un tambor, señales de tránsito y un avioncito.
Dora Hernández, directora del Centro, indicó que en este tipo de evento “el niño tiene la oportunidad de desarrollar sus destrezas, tanto académicas como artísticas”.
Explicó que es una feria STEM porque además de la creatividad artística, la actividad fomenta la inventiva y emprendimiento científico. Las siglas en inglés STEM, aluden a las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática.
Hernández destacó que este año también quisieron darle un uso práctico a los proyectos que se exhibieron durante la Semana de la Niñez: embellecer el entorno del centro que brinda servicios a los hijos de los empleados de la UPR adscritos a la Administración Central, la Junta de Gobierno, el Servicio de Extensión Agrícola, la Estación Experimental Agrícola el Centro de Recursos para Ciencias e Ingenierías y de trabajadores y estudiantes del Recinto de Ciencias Médicas.
“Es la segunda vez que se hace una feria como esta, y cada vez es mejor el resultado. Actualmente hay 52 niños de tres a cuatro años participando”, destacó la directora. También mencionó que los padres, vecinos y abuelos se involucraron en la elaboración de los trabajos expuestos.
Compartió que la idea principal de estos proyectos surgió con la pregunta: ¿qué te gustaría hacer para colgar en el patio de tu escuela? A partir de ahí, los niños se aventuraron en una búsqueda de información sobre qué podían lograr hacer con materiales reciclables.
La directora contó que una de las niñitas decidió hacer un avión. Desde el momento en que supo lo que deseaba dibujó cómo lo quería y los colores que llevaría. Su papá se involucró en el proyecto y fabricó el prototipo del avión con material reciclable. Resaltó que él aprendió a construir sus propios juguetes con este tipo de material desde que era pequeño.
Otro de los proyectos más llamativos fueron los tambores hechos con zafacones plásticos, donde su creador dibujó pececitos y estrellas.
También hubo un proyecto colectivo en el que participaron los alumnos más pequeños. Los niños hicieron un mural con bloques de construcción en los que pintaron diversas estampas. Fueron colocados en forma triangular para proyectar la imagen de un castillo y adornados con distintos tipos de flores.
“Fue un proceso que [mi hija] lo hizo con las hermanas y con las amiguitas. Pintaron el bloque. Fue completamente creativo, porque fue libre de pintar como ellos quisieran y una vez terminaron, lo trajimos aquí al centro, lo rellenaron con tierra y plantas. Entonces, lo acomodaron en la forma que hicieron que es una forma triangular. Pero sí, fue una buena experiencia, la primera experiencia de realmente construir algo entre ellos mismos”, declaró Laura Quiñones, una de las madres presentes en la actividad.
También para Alida Marrero, otra de las madres que se dieron cita al evento ese día, la experiencia fue de mucha satisfacción. “La experiencia fue, de verdad, excelente. De momento al principio, mi primera impresión es que era mucho trabajo, y lo que me preocupaba era el tiempo, pero ahora al ver el producto y en el ínterin, las tardes que compartimos los papás –nos vemos a diario, muchos somos compañeros de trabajo– y compartir con las nenas, de verdad que valió la pena”, señaló.
Por su parte, Caroline Meléndez comentó que su hijo disfrutó mucho hacer su proyecto. “No fue así como que bastante complicado, lo disfrutó y aprendió”, afirmó.
La maestra Brenda Rivera, una de las principales organizadoras del evento, también se mostró muy satisfecha.
“Hemos vistos como los padres apoyan a sus hijos y se las ingenian para que ellos sean felices y logren sus sueños. Su disposición de venir al preescolar en las tardes y en las noches ha sido de gran admiración”, expresó.
En esta historia también colaboraron Adriana Aponte en las entrevistas y Antoine Santiago, de la Escuela Especializada de Radio y Televisión Dr. José J. Osuna, en la cámara.