El atleta colombiano Yuber Echeverri García se llevó ayer la medalla de oro en los 10,000 metros en la apertura de las Justas de Atletismo de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
Echeverri García, quien previo a comenzar en atletismo jugó futbol por siete años, lleva cuatro años representando a la Universidad del Turabo (UT) en la isla.
“Motivado por mi mamá y por algunos compañeros que decían que yo era bueno corriendo, me decidí a practicar el deporte del atletismo cuando me echaron del equipo de fútbol por ‘no dar el rendimiento’”, compartió el atleta.
Luego de participar en varias competencias de atletismo internacionales, entre conversaciones que el joven tuvo con su entrenador, surgió el tema de la LAI.
“Fue tanto el querer venirme para Puerto Rico que lo empecé a ver como un sueño. Obvio, hay altas y bajas, uno extraña su país, quiere regresar y compartir con la familia, pero esta experiencia ha sido una que me he disfrutado hasta el momento”, añadió atleta de la UT.
Para el atleta colombiano, entrenar en Puerto Rico ha sido –más que todo– un proceso de adaptación, especialmente por el calor.
“Ya no era solo una botellita de agua al día, sino que ya eran dos, tres, cuatro botellas de agua las que tenía que tomar”, enfatizó Echeverri García.
En cuanto a las condiciones del entrenamiento, las rutas de sus corridas han sido distintas, pero a pesar de que en Puerto Rico no tiene muchas carreteras en piedras o en tierra, esto no interfirió con los objetivos competitivos del atleta.
El deportista destacó que el nivel competitivo en la Isla es alto.
“La competencia aquí en Puerto Rico es alta, independientemente de la preparación, siempre la veo como algo positivo para mi futuro”, añadió el taíno del Turabo.
Sin embargo, a pesar de todo el apoyo que ha recibido el atleta de parte de su universidad y sus compañeros, consta que ha sentido discrimen en algunas competencias nacionales.
No sabe si es que existen personas que les gustaría hacer a un lado los atletas extranjeros para hacerle el camino “mas fácil” a los locales, pero reconoce que todos los deportistas extranjeros, al igual que los puertorriqueños, se preparan en la Isla.
“Llevo prácticamente un año entrenando sin viajar a Colombia, si mucho fui una semana en diciembre y me regresé. Solo fui a visitar mi familia para dejarles saber que estoy bien después del huracán [María]”, puntualizó.
“Practicamos aquí en la Isla, no es que entrenamos en nuestro país y luego venimos a competir en la Justas”, añadió.
Para Echeverri García, con tan solo un año de preparación en la Isla pierdes lo que algunas personas entienden como ventajas en los atletas extranjeros, pues la altura y la hemoglobina cambian.
“Uno va a las competencias y se siente opacado porque al menos yo pienso que me van a protestar o no me van a dejar competir [por ser extranjero], y la verdad es que yo entreno acá, yo como arroz y habichuelas de acá, soy una persona más de la Isla”, sostuvo el atleta colombiano.
Según el atleta, la internalización en las competencias es lo que motiva el acto mismo de competir.
“En las Justas hay muchos extranjeros y en cierto modo batallamos entre sí para ganarnos, pero no es una rivalidad directa que tengamos, es solo una competencia. Fuera de ella, puedo ser el más pana de cualquiera”, aclaró.
Estas son las últimas Justas de Echeverri García. Su prueba fuerte será mañana en los 3,000 metros con obstáculos. Hoy, viernes, competirá en los 5,000 metros. “Todo el mundo entrena para ser mejor y para ganar, vamos a ver quién es el que lo desea tanto”, replicó.
Acostumbrarse a la rutina
Los lunes Candy Toche Zevallos se levanta a las seis de la mañana y se dirige a un parque aledaño a su hospedaje. Trota 20 minutos para mantener su peso. Hace abdominales y fortalece las áreas más débiles de su cuerpo. Regresa al hospedaje, se baña y prepara las cinco comidas del día. Llega a la universidad y toma una clase. Luego se dirige hacia el complejo deportivo y alza pesas. Se baña otra vez y asiste a dos clases más. Regresa a su hospedaje y descansa 30 minutos. Recupera energías y sale de nuevo a entrenar.
Toche Zevallos lleva tres años en Puerto Rico como atleta becada. La oportunidad surgió a sus 16 años en una competencia en Brasil donde fue subcampeona latinoamericana en categorías mayores. Fue en esta ocasión cuando dos universidades privadas en la Isla se le acercaron para ofrecerle una beca como estudiante atleta. De las dos posibilidades, se decidió por la Universidad Metropolitana (UMET) del Sistema Universitario Ana G. Méndez.
Para Toche Zevallos, el entrenamiento que ha recibido en el País le ha ayudado a fortalecerse como atleta. A pesar de que, para algunos, eso de “fortalecerse como atleta” podría sonar trivial por parecer algo normal, la experiencia que la joven ha tenido en torno al deporte ha transformado su manera de ver la vida.
“No digo que las etapas anteriores no hayan sido importantes, pero siento que ahora estoy complementando muchas cosas que me van a ayudar en los objetivos que tengo trazados”, acentuó la joven.
Hacer que el cuerpo se acostumbre a la rutina diaria de los lunes, que bien podría ser la rutina de cualquier día en la semana, no ha sido tarea fácil. No es sencillo adaptar el cuerpo cuando se es atleta y estudiante a la vez. Sin embargo, la concentración y alimentación han sido piezas claves en su formación.
“Mis primeros años como atleta fueron complicados. Iba a muchas competencias, pero perdía las medallas por un tema simplemente psicológico”, añadió la también estudiante de Relaciones Públicas.
La joven reconoce que, a pesar de que en esos momentos tenía la capacidad atlética y deportiva –producto de su entrenamiento diario–, no contaba con la madurez deportiva que necesitaba para concentrarse.
“En las Justas hay mucha presión y uno tiene que aprender a trabajar con todo eso. Aprender a competir y aprender a concentrarme ha sido lo más importante”, explicó Toche Zevallos.
“Cuando trabajas con presión tienes dos opciones: una es desesperarte y la otra es tomar las cosas de la mejor manera y usar todo eso [la presión] a tu favor”, añadió la joven peruana.
Ella hace del ruido y los gritos algo positivo. Le place competir en estadios llenos de gente. Se lo disfruta porque piensa que es ahí donde reside la clave: en disfrutarse lo que hace y aprovechar el público que está ahí.
La joven compite hoy viernes y mañana sábado en salto alto, salto triple y salto largo.
“Si los resultados son como espero, quiero dedicarme a entrenar para buscar un futuro como atleta de alto rendimiento. Me gustaría vivir de eso en algún momento y sé que eso se logra entrenando y perseverando”, puntualizó.
“El deporte me está proporcionando los estudios”
Yohana Vargas también es estudiante extranjera, y cuando terminó su cuarto año de escuela superior en Venezuela, no tenía en mente continuar sus estudios universitarios. Para ese entonces, la atleta se había decidido por tener un año sabatino para clasificar a competencias que, en aquel momento, le eran importantes.
No fue hasta que un profesor de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez la localizó a través de la Federación Internacional de Atletismo cuando, un año después, la lanzadora de bala y disco decidió aceptar la propuesta de ser becada como estudiante atleta.
“No es fácil porque vienes a la universidad a estudiar, pero también tienes que tener rendimiento en el deporte. Si no apruebas los créditos o no te va bien en los estudios, no puedes competir y –si te va mal en deporte– tampoco [puedes competir], y eso es lo que sustenta la beca”, compartió la colegial.
La adaptación en el deporte local para Vargas fue difícil porque tuvo que integrar los estudios a su entrenamiento. La manera de entrenar en Puerto Rico era nueva. Aun así, reconocía que para mejorar su marca como atleta tenía que expandir sus horizontes y posibilidades.
Aunque el lanzamiento de bala y disco es un deporte universal, el entrenamiento que ha recibido en la Isla ha sido distinto en términos de adaptación, número de lanzamiento, calentamiento y técnica.
Sin embargo, lo que a Vargas le ha sorprendido en sus tres años en Puerto Rico ha sido el auge que la Liga Atlética Universitaria (LAI) le ha dado a la competencia universitaria. En ese sentido, la estudiante venezolana se siente motivada a enfocarse aún más en su carrera.
“Yo no subestimo a nadie y si estoy aquí es porque tengo competencia”, expresó la alumna del Colegio que competirá hoy viernes en lanzamiento de bala y de disco.
Dificultades en la Isla
Aunque sin duda alguna el entrenamiento diario de los atletas se dificultó a causa del huracán María, factores políticos y económicos también podrían afectar su entrenamiento.
Este es el caso de Cherly Sánchez Urrea, nadador venezolano becado por la Universidad del Sagrado Corazón.
Desde que el joven llegó a Puerto Rico en el 2015, se le ha hecho difícil recibir ayudas económicas por parte de su familia.
“Se supone que yo iba a estar aquí con ayuda de mis padres. A pesar de que la Universidad me paga el hospedaje, la comida y la matrícula, para mis gastos personales no tengo nada”, reveló el deportista.
Entre las consecuencias de la crisis económica, política y humanitaria que ha sufrido Venezuela desde el 2013 hasta la actualidad, y a raíz del aumento causado por la inflación en los productos de necesidad básica, la falta del dinero en efectivo ha creado problemas de movilización y escasez en la vida de los venezolanos.
Cuando Sánchez Urrea comenzó a entrenar en la Isla no tenía tantos problemas en recibir las ayudas económicas de su familia. Aunque a veces tardaran en llegar, siempre encontraban la solución.
Sin embargo, como ahora “los problemas políticos y económicos de Venezuela están imposibles”, ya no le llega dinero.
“Desde chiquito tuve esa visión [de viajar a otro país] independientemente de los problemas que tiene Venezuela. Uno siempre busca universidades para continuar su formación como deportista porque Venezuela te ayuda, pero hasta cierto punto”, puntualizó el estudiante sagradeño.
Este año las Delfinas de la Universidad del Sagrado corazón nadaron para la tercera posición con 126 puntos, mientras que los Delfines quedaron en un cuarto lugar con 86 puntos.
Sigue nuestra cobertura en alianza con Metro Puerto Rico utilizando el hashtag #Justas2018.