Aunque la construcción de edificios en la Isla se ha vuelto una caótica y acelerada, resultando en una desorganización urbana que no es sostenible ni saludable, todavía puede existir una solución a este problema si la ciudadanía motiva al Gobierno a desarrollar en el País de manera inteligente, sensata y eficiente. Al menos, así aseguraron varios panelistas que participaron de la presentación del libro “Hacia el Desarrollo Inteligente 10 principios y 100 estrategias para Puerto Rico”. Esta publicación, elaborada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable (CEDES), tiene como objetivo principal presentar unas guías para impulsar política pública e implantar mejores prácticas de desarrollo urbano y de protección ambiental para que los municipios puedan transformar el entorno urbano y mejorar la calidad de vida de las ciudades. Este proyecto de investigación, adaptado del libro Getting to Smart Growth: 100 policies for implementation del Smart Growth Network y la International City/ Country Management Asssociation, contó con el apoyo de un comité asesor compuesto por representantes de los sectores público y privado, la colaboración de agencias federales y estatales, gobiernos municipales, además de grupos comunitarios y ambientales. Según María Juncos Gautier, directora de CEDES, este libro ayudaría a que los municipios cuenten con un marco de referencia que guíe los planes y actividades para el uso del suelo en sus respectivas jurisdicciones. “Este es un libro positivo que busca soluciones” comentó Juncos, quien añadió que el desarrollo inteligente está relacionado con el desarrollo sustentable y que éste atiende las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras. Con el propósito de evitar la destrucción del ambiente, mejorar la calidad de vida y estimular el desarrollo económico, el libro propone combinar los usos de terreno, incentivar diseños de edificación compacta, ampliar la gama de alternativas de vivienda, crear comunidades peatonales, desarrollar comunidades atractivas y distintivas con fuerte sentido de pertenencia al lugar, preservar espacios abiertos, terrenos agrícolas y áreas ambientalmente críticas, dirigir el desarrollo a comunidades existentes, brindar una variedad de opciones de transportación, tomar decisiones predecibles, justas y beneficiosas en cuanto a costos y por último propiciar la colaboración de la comunidad y otros grupos interesados en tomar decisiones. Sin embargo, el panel mantuvo que para hacer estos principios una realidad era necesario llevarle esta información al Gobierno, pero que más importante aún era la voluntad del pueblo. “El país y sus recursos se han utilizado como si fuesen desechables” comentó Jorge Carbonell, asesor de planificación urbana y arquitectura de la información, uno de los cinco panelistas presentes en la presentación del libro. Actualmente, sólo un 7.6% de los territorios en Puerto Rico están protegidos y el resto carecen de un plan de usos de terreno el cual los hace vulnerables a caer en el desarrollo desmesurado que comenzó en los 1940. En aproximadamente 25 años, para el 1965, Puerto Rico se transformó al crear ciudades, suburbios y carreteras. Hoy en día vemos las consecuencias de este desarrollo sin planificación. En Puerto Rico, hay casi igual cantidad de carros que personas (por cada 100 habitantes hay aproximadamente 86 carros). También al sumar los combustibles fósiles que quemamos por los carros con el hecho de que el 99% de la energía en Puerto Rico viene de la quema de combustibles fósiles, somos de los países que más contribuye al calentamiento global en el mundo. El resto del panel estuvo constituido por María A. Juncos, directora de CEDES; el Dr. Carlos Padin, Decano de la Escuela de Asuntos Ambientales de la UMET; el Arq. Manuel Bermúdez, pasado Presidente del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico y el Arq. Juan Gallisá, director de la comisión de asuntos ambientales CAAPPR. Cada panelista ofreció la perspectiva de su área de conocimiento además de las diversas aplicaciones de los 10 principios y 100 estrategias.