El 8 de marzo se celebra en diversas partes del mundo el Día de la Mujer, o para ser más exactos, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Como ya ha sido tradición en Puerto Rico, la semana que enmarca este día, también se le conoce como “la Semana de la Mujer” y mucho se especula sobre la razón por la cual se le ha otorgado a las féminas un día del calendario.
Para algunos, este día representa justicia para la mujeres luego de todos los atropellos que sufrieron y aún tienen que atravesar por causa del machismo. Mientras otros, en cambio, opinan que tal reconocimiento no debe ser sólo en un día particular, alegando que cuando se tiene que enaltecer y reconocer el género femenino es porque para la sociedad es inferior. I
ncluso hay quienes se quejan ante el hecho de que la palabra “trabajadora” se encuentre en la celebración, explicando que las amas de casa también trabajan, aunque no se les pague por ello.
Pero, la verdad es que la instauración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora no tiene sus raíces específicamente en el feminismo. Por el contrario, según establece el nombramiento de la festividad, incluir la palabra trabajadora responde a un hecho histórico. A pesar que no existen datos suficientes que ayuden a aclarar la manera en que dicho día se instituyó como tal; existen algunos antecedentes que apuntan a su formación.
El primer día de la mujer fue celebrado el 28 de febrero de 1909, por una declaración del Socialist Party of America. Un año después, fue proclamado unánimemente en Copenhague, en agosto de 1910, por la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, una reunión de más de un centenar de féminas de sobre 17 países. La idea era implementar esta fecha como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres, con el objetivo de promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio femenino. Por tanto, el 8 de marzo de 1911, un grupo de mujeres celebró por primera vez esta festividad.
Diecisiete días después, el 25 de marzo del mismo año, ocurrió en la ciudad de Nueva York el incendio en una fábrica neoyorkina de camisas, el desastre industrial más grande de la historia de la ciudad de Nueva York y la cuarta tragedia laboral más grande de los Estados Unidos. En dicha catástrofe, murieron 146 mujeres que laboraban en esta compañía bajo nefastas condiciones de trabajo. Según Hacia R. Diner en su escrito “The Triangle Shirtwaist Fire and the Shared Italian-Jewish History of New York”, la mayor de las víctimas tenía 48 años, mientras que la menor apenas contaba con 14.
Existen diversas teorías en torno a las razones del incendio, desde un simple fósforo que prendió en fuego el material textil de la fábrica -ya que el fumar en las instalaciones era algo común- hasta la versión de que las empleadas estaban en huelga, negándose a abandonar el edificio y para intentar persuadirlas, lanzaron bombas incendiarias que ocasionaron el desastre. Lo que sí fue cierto es que las medidas de seguridad contra incendio del edificio no eran óptimas, ya que para prevenir los robos, los dueños mantenían las puertas de emergencia clausuradas. Este hecho conllevó a una revisión de las leyes laborales y por lo tanto, se comenzó a mencionar en los años siguientes, en cada aniversario del Día Internacional de la Mujer, hasta el punto en que hoy día se considera como parte de lo que llevó a institucionalizar dicha fecha como un día de reconocimiento a la mujer obrera.
En 1913, algunas agrupaciones femeninas de la Unión Soviética decidieron que su día sería celebrado el último domingo de febrero, según el calendario juliano. Sin embargo, fueron las manifestaciones del Día de la Mujer de 1917 (que en el calendario gregoriano cayó 8 de marzo), lo que inició la Revolución de Febrero.
Luego de la Revolución de Octubre, la bolchevique Alexandra Kollontai convenció a Vladimir Lenin de instaurar el 8 de marzo como día oficial de la mujer (puesto que ya habían aceptado el calendario gregoriano). Pero no fue hasta 1977 que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día de la Mujer Trabajadora a nivel mundial.
En algunos países no se toma demasiado en consideración. En otros, no es más importante que el Día de la Madre, del Niño o San Valentín. Sin embargo, en algunas naciones este día es tratado con seriedad al punto que es considerado un día libre en el que no se trabaja.
En Puerto Rico, se celebra la Semana de la Mujer, incluyendo muchas veces el 4 de marzo, día en el que se conmemora la muerte de la estudiante Antonia Martínez a manos de un policía durante una manifestación estudiantil en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras en el año 1970.
Independientemente de las posturas y debates que giran en torno a la conmemoración de esta fecha, la realidad es que el 8 de marzo resalta como un día para recordar la importancia de la igualdad de derechos y oportunidades en el campo laboral entre todos los seres humanos.