La era de la informática, además de legarnos tanto conocimiento, también nos deja por herencia nuevas afecciones relacionadas con su constante uso. Es allí, en la superavenida electrónica, que transita una potenciada especie de los hipocondríacos: los cibercondríacos. Lo que antes se definía como personas temerosas de padecer cuanta enfermedad escuchaba, se mencionaba o se le acercaba; ahora se han convertido en seudoexpertos que consultan sus síntomas en la red y se autodiagnostican. La tendencia ha sido documentada por varias encuestas, una de ellas de la empresa Harris Interactive, quien desde el 1998 han registrado el aumento de personas que buscan información médica en Internet. Lo interesante es que ellos incluyen a todos los que investigan sobre asuntos de salud en la categoría de cibercondríacos.
Sin embargo, a mi juicio, el problema no es la búsqueda de datos, la situación se agrava con la infoxicación (otro nuevo término de estos tiempos) que pueden sufrir los cibernautas de temas médicos y la preocupación -a veces infundada- de problemas de salud. Esto a su vez, puede provocar ansiedad y la alucinación de conocer más que los médicos sobre estos padecimientos. Situación que desencadena en la búsqueda de tratamientos que, ante la falta de un contexto educativo en esa área, pudieran ser errados e incitar otros males.
Cual Jano, esta situación tiene dos caras, y es que ahora los pacientes van más educados al consultorio médico, lo que representa un reto para los galenos. Un estudio publicado por el British Journal of General Practice apunta hacia que los médicos generalistas se sienten intimidados por el creciente número de pacientes que consultan la web. Los resultados también indican que los médicos experimentan ansiedad y se sienten retados. El consejo que algunos expertos en el tema dan a los profesionales de salud: “no ignoren a sus pacientes informados, escúchelos”.
Mientras, la recomendación para todos los demás ciberespaciales, es que no nos obsesionemos al punto de crear condiciones de salud virtuales. Las tecnologías actuales y los accesos inmediatos a la información, siempre nos legarán nuevos desafíos, esta vez, toda una generación de cibercondríacos. ¿Conoces alguno? Esa sonrisa que veo en tu rostro me dice que sí.
La autora labora en el Recinto Universitario de Mayagüez y modera el programa Foro Colegial, la revista informativa del Recinto, que se transmite en Radio Universidad
Fuente Blog Colisión Generacional