Existen historias en el este de la Isla que van más allá de Harvard, los por cientos y los gajes de la estadística.
Como profesional de la conducta y participante de la fase inicial de la propuesta OASIS -proyecto del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico en Humacao (UPRH)- dirigida a aliviar las situaciones de los estudiantes y las comunidades de la zona oriental luego del paso de María-, debo subrayar la labor encomiable de todos los que formaron parte en el análisis profundo y necesario para atender, con premura y de manera efectiva, la situación alarmante de nuestro amado este.
Sobre el estudio que sirvió de base para este proyecto, sin entrar en detalles, capturaron mi atención las metáforas y alusiones del huracán a través de las voces de los estudiantes, lo que levantó una bandera sobre la necesidad de servicios colectivos que aportasen a su bienestar y el de sus respectivas comunidades, en general.
Definitivamente, la interpretación de los estudiantes afectados por el huracán, desde sus narrativas, arrojó información contundente sobre la marca indeleble que dejó el paso del fenómeno en nuestra zona y hoy, a diez meses del huracán, todavía sufrimos los estragos, con residentes que continúan sin luz y sin agua -o que han recibido alguno de los servicios recientemente y están en espera del segundo-, sumado al impacto emocional que lacera, si no es atendido con premura.
Los medios han sido consistentes en presentar dicha situación. Quiero precisar, desde mi mirada de la situación como una Gestalt, que incluso el personal destacado en las comunidades a través del proyecto Oasis-profesorado y administrativo- han sufrido los embates del huracán de diversas maneras y, pese a ello, han trabajado afanosamente por continuar su ardua tarea en nuestras comunidades.
Desde la dirección, se nos instó a aplicar los fundamentos del estudio -aquellos que sirvieron como base para OASIS- a través de proyectos productivos que se implementasen más allá del aula de clases, que incluso fue afectada en su estructura por el huracán.
A tales fines, gesté el proyecto fotográfico “Fórmulas para un mejor Puerto Rico|FM-PR” con el objetivo de reconstruir la experiencia de esta situación colectiva mediante el aprendizaje y las expectativas positivas que pueden conformar un nuevo Puerto Rico al integrar los temas del curso, sumado al proyecto “Éxitos y resultados ante la crisis| ER-PR”, al tomar como punto de partida los conceptos inherentes al curso de psicología industrial y el análisis de discurso de los gerenciales que lograron abrir sus establecimientos para el público en general; todo ello, desde el manejo de crisis a nivel empresarial.
También efectué el proyecto audiovisual SOMOS con estudiantes de Ciencias Sociales y de Teatro, con la finalidad de expresar lo que “Somos”, pese a la adversidad, divulgado en la prensa local y en Nueva York.
Finalmente, en el plano profesional y desde la actuación/dirección de cine independiente, creé un colectivo de cortometrajes, uno de ellos ya laureado en Los Ángeles, todos asociados al huracán; destaco a ONE, voz contundente de las vidas perdidas y batallas ganadas en la Isla, con la actriz Gilda Haddock, Amneris Morales, Belange Rodríguez, Danny Rivera, Maestro Antonio Barasorda (QEPD), junto a este servidor y sangre nueva.
No cabe duda que, los proyectos efectuados en la UPRH permitieron que el semestre académico continuase, a pesar de las experiencias vividas y siempre desde la protección del estudiantado como una prioridad departamental e institucional.
Desde mi experiencia y análisis, una de las distinciones de la Universidad de Puerto Rico en Humacao ha sido la creación de proyectos y actividades dirigidas a la construcción y reconstrucción del concepto vida, más allá de lo catastrófico, la reducción de lo ocurrido a cifras y números o la victimización; todo ello, sin olvidar que fue una zona de riesgo.
Es decir, han evolucionado una serie de esfuerzos diversos para celebrar las historias heroicas de nuestros estudiantes ante el paso de María, dirigidas a aliviar su experiencia general, fuera y dentro de la institución, de tal manera que se sientan motivados para continuar con sus planes desde el optimismo y la esperanza.
Estas historias también merecen ser contadas.
El autor es psicólogo y actor. Se desempeña como catedrático auxiliar en la Universidad de Puerto Rico en Humacao (UPRH).